El histórico auditorio Ho Chi Minh fue el escenario donde
ante cientos de estudiantes de Economía
Política, habló de lo que podría resultar de la feroz batalla que desde el
surgimiento del capitalismo se libra entre
el capital (la máquina) y el trabajo vivo y la naturaleza. Guerra (¿de clases?)
que hoy abarca todo el globo terrestre, en virtud de los cambios registrados
por los procesos productivos que arrasan las conquistas laborales y depredan la tierra,
el aire y la vida.
¿Cuál será el futuro de la humanidad y del planeta en que
habitamos? ¿De la lucha actual entre los beneficiarios del modo de producción
capitalista globalizado y millones de trabajadores de todo tipo, podrá
surgir un mundo cualitativamente superior? ¿O
por el contrario, se mantendrá el dominio de la máquina,
sobre el trabajo vivo? ¿Y si eso ocurriera, cuáles serían los límites al
sistema de la esclavitud asalariada
antes de que reviente el planeta?
Incógnitas que busca despejar Bartra en El Hombre de Hierro, límites
sociales y naturales del capital en la perspectiva de la gran crisis (Segunda
edición, Editorial Ítaca, UACM y UAM, 2014)
publicado por el filósofo y antropólogo Armando Bartra, director del
Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya, que presentó acompañado
por director de la Editorial Ítaca David Moreno y la maestra Magdalena Galindo
en el auditorio Ho Chi Minh (28.08.014).
En el texto de 320
páginas y diez capítulos, Bartra, con la experiencia de quien ha vivido y escrito desde el interior de los
movimientos estudiantiles y campesinos, desmitifica el papel de la ciencia bajo el capitalismo y nos dice que su
desarrollo no es neutral, sino condicionado por la necesidad que capital
tiene de valorizarse permanentemente mediante la mayor explotación del trabajo
vivo, para ampliar su base social
sometiendo a su lógica a una mayor porción de la humanidad y el globo
terráqueo.
En la portada del libro aparece una escena de la cinta
futurista Metrópolis (1927) dirigida por
el austriaco Friedrich Christian Antón Lang, conocido como Fritz Lang, que trata sobre lo que ocurre en una moderna
ciudad donde miles de obreros que habitan el subsuelo son devorados por la fábrica para que sus
dueños, en la superficie de la urbe de
enormes rascacielos y hermosos jardines, disfruten de la vida. A semejanza con
lo que vivimos en la actualidad, en que
el 10 % de la población mundial posee el 86 % de los recursos del planeta y el
70 % de la población mundial -unos 3 mil millones de adultos- sólo cuenta con
el 3 por ciento (informe Oxfam )
La lectura de esta obra resultará provechosa para estudiantes y académicos que deseen formarse
una idea de lo que ocurre en la sociedad actual, donde la gran crisis económica
estallada en 2008 es una faceta del desastre ecológico en curso. Situación que
para el autor podría ser un colapso civilizatorio y un fin de época.
Ante esto Bartra no se arredra y se inspira en la frase de
Paul Auster: “Los hombres sólo empiezan a vivir plenamente cuando se encuentran
entre la espada y la pared” para examinar el desastre en que nos hallamos.
En diez capítulos Bartra hace un examen de 1) los “desfiguros” de la izquierda durante el
siglo XX; 2) al autómata animado (la
máquina, materialización del capital constante y del poder del capital) que se
cierne sobre la producción y el consumo, sobre la vida pública y la privada; 3)
la obsesión por la uniformidad. En el capítulo 4, Bartra se ocupa de los
intentos del capital por someter la naturaleza y de la resistencia de esta y el
hombre a ese embate; 5) se cuestiona en nombre de la economía moral, la falacia
de la regulación automática por el mercado; 6) la situación de los subalternos,
mostrando, además de la explotación y marginación de que son víctimas, su
potencial subversivo.
Capítulo 7: se ocupa del pluralismo que se opone al reino de
la homogeneidad. Y en los finales capítulos 8, 9 y 10, que se agregaron a la
segunda edición de El Hombre de Hierro, se toca el tema de la crisis
civilizatoria resultante de la confluencia del cambio climático, la
astringencia energética, la carestía de los alimentos y la recesión económica.
De todo esto nos habló Bartra y reflexionaron David Moreno y
la maestra Galindo, bajo la mirada atenta del tío Ho, el guerrillero
vietnamita que dirigió la guerra de liberación de su pueblo contra la poderosa
maquinaria bélica de Estados Unidos a la que los hombres y mujeres vencieron en
1975. /Tomás Oropeza Berumen (profesor de Economía Política e INAE)
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