lunes, mayo 14, 2007


15 DE MAYO

A LUCHAR POR LA DEROGACIÓN DE REFORMA A LA LEY DEL ISSTE Y MEJORES SALARIOS

Tomás Oropeza Berumen


Para casi todos los profesores de los diversos niveles educativos el presente y su futuro pintan mal en este 15 de mayo del 2007.

Con la reciente aprobación de la ley del ISSTE que los despoja de su derecho a la jubilación -tal como esta venía observándose en México- al individualizar los fondos de las pensiones (que se entregaran a la banca) y limitar brutalmente la atención médica, entre otros efectos adversos como reducirles la pensión a la mitad, y con un mísero incremento salarial menor al 5 por ciento ( menos de ocho pesos diarios) y 41 % menos que el aumento otorgado por Calderón al ejército, este día del maestro no hay nada que celebrar.

Algo similar ocurre con los docentes de la UNAM, con la diferencia de que al menos los profesores de la SEP se hallan en pie de lucha demandando la derogación de la ley impuesta por Fecal y Gordillo a más de 2 millones y medio de afiliados al ISSTE. Además los mentores de la SEP agrupados en la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE) han repudiado el citado incremento salarial y anuncian a partir de este 15 de mayo próximas acciones para lograr un aumento remunerador.

Sin temor a equivocarse podría decirse que este contingente de trabajadores organizados nacionalmente constituye hoy por hoy el motor del movimiento que se opone a las reformas estructurales ya anunciadas por Felipe Calderón.

En la UNAM los académicos no contamos realmente con una organización que defienda nuestros intereses.

Las AAPAUNAM por ejemplo no han informado a sus afiliados sobre los negativos efectos de la reforma a la ley del ISSTE y por el contrario hasta hacen su apología. Igual en lo que toca a la revisión salarial: invariablemente aceptan las limosnas que dispone la patronal.

El caso de STUNAM es desastroso, pues a pesar de los millones de pesos que aportan los académicos por concepto de cuotas, son menos que convidados de piedra en su seno y sus intereses particulares, como sector específico, ignorados.

Y aunque todos estamos orgullosos de que la UNAM ocupe el primer lugar entre las universidades de Ibero América, gracias al trabajo que en ella desarrollamos todos, no se puede negar que los salarios de miles de profesores de asignatura (el 75% del total de los académicos) sean de apenas 56 pesos por hora.

Pero no solo la situación económica y laboral de los académicos universitarios es adversa, sino que también la atomización que predomina en sus filas ha llevado a que sea la burocracia la que marque la pauta en las transformaciones silenciosas que están tendiendo lugar en la reestructuración de la UNAM.

Así, los cambios a los planes y programas de estudio en las diversas facultades se esta realizando sin la participación de estudiantes y mentores. Como es el caso de la Facultad de Economía donde contra toda lógica se aprobó para el SUA un plan de estudios diferente al del sistema escolarizado, que por cierto elimina casi en su totalidad las asignaturas incómodas a los neoliberales: Crítica de la Economía Política y la enseñanza de la investigación.

Paradójicamente hoy, gracias al triunfo del movimiento estudiantil del 99-2000, tenemos una Universidad pública y gratuita, pero con planes de estudios en los que cada vez más se impone una orientación neoliberal y retrógrada. El pensamiento único.