lunes, octubre 12, 2009


¡VIVA EL SME, MUERA EL MAL GOBIERNO!


Tomás Oropeza Berumen

México, 11.X.2009 .- El decreto presidencial para liquidar la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) emitido a la media noche del sábado, después de que miles de soldados y policías federales tomaran sus principales instalaciones y oficinas administrativas en el DF, Morelos, Hidalgo, Puebla y estado de México es un golpe bajo del gobierno panista al conjunto de los trabajadores y el pueblo mexicano, para complacer al grupo oligárquico que lo impuso hace casi tres años mediante un fraude electoral.
Felipe Calderón, quien se dice un presidente de la transición democrática ha llevado a cabo una acción golpista y anticonstitucional, al ignorar a los poderes Legislativo y Judicial para desaparecer esa empresa paraestatal y eso podría ser la causa de la derrota de su intentona para destruir al combativo Sindicato Mexicano Electricista (SME) y entregar esa empresa a Carlos Slim, Claudio X González y el franchute salinista Joseph Córdova Montoya, entre otros.
Con casi un siglo de experiencia el SME establecerá una controversia constitucional para demostrar el carácter ilegal del decretazo derechista y lograr su derogación. Lucha legal que será acompañada por la movilización obrera y popular. Por ello ha convocado a la realización de una jornada nacional de movilizaciones en defensa de su empleo y del sindicato, pero además para constituir un frente nacional para luchar contra la política económica neoliberal, el jueves 15 de octubre en el zócalo.
Sin duda Felipe Calderón y su gabinete ya habían tomado desde hace tiempo la decisión de liquidar esa empresa paraestatal y al sindicato que agrupa más de 65 mil obreros, entre activos y jubilados, para entregar al capital privado esa importante y estratégica paraestatal y simultáneamente aplicar un golpe contundente a una organización obrera caracterizada por su defensa intransigente de sus agremiados y solidaria con las luchas de campesinos, colonos, indígenas y estudiantes.
La negativa para otorgar la toma de nota al secretario general electo del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza por parte de Javier Lozano Alarcón, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, parece haber sido tan solo una maniobra para dividir al SME, mediante el apoyo económico del secretario general PANista, César Nava a Alejandro Muñoz, tesorero de ese organismo y evaluar su capacidad de respuesta ante la política gubernamental.
Luego de una campaña de linchamiento mediático de varios años, intensificada en los últimos meses, en la que se culpó a los electricistas de la incapacidad administrativa de los directivos de la empresa, de los apagones derivados del deterioro de las instalaciones debido a la falta de inversión, de las altas tarifas, etc., se produjo la patada al tablero para cancelar cualquier intento por llegar a un acuerdo con los trabajadores.
Según el decreto publicado la medianoche del sábado en el Diario Oficial de la Federación y repetido por Calderón este domingo en cadena nacional, fue la ineficiencia, el exceso de personal, los privilegios, altos sueldos, pérdidas económicas y altos costos de la empresa (atribuidos al sindicato), lo que llevó a tomar la decisión de liquidar la empresa y despedir a los trabajadores, en vez de corregir lo que hubiera que corregir, mediante el diálogo y la concertación, como se hace en cualquier país democrático.
No cabe duda de que la acción gubernamental se halla fuera de la legalidad y al ser una decisión personal del ejecutivo apoyado por su desprestigiado gabinete, generará una reacción de rechazo en el Congreso, donde ya se habían expresado la semana pasada -por parte del PRD, PRI, PT y Convergencia, fuerzas que hacen mayoría en esa instancia- la exigencia de que se reconociera la dirigencia de Esparza y de cese a la intervención gubernamental en la vida sindical.
Por el momento el inesperado golpe de mano y la campaña de embustes calderonista continúa en un esfuerzo sostenido del régimen para aislarlos mediante la generación de un consenso basado en la mentira y el miedo y evitar que los trabajadores reaccionen y lleven a cabo una contraofensiva.
Sin embargo, el SME llevó a cabo –el domingo, unas cuantas horas después de la toma militar de las plantas eléctricas y de la publicación del decreto golpista-, una concentración de miles de sus afiliados, de trabajadores de varias universidades, estudiantes y organizaciones populares para exigir la devolución de la CLyFC a los trabajadores y anunciar que iniciarán una controversia constitucional contra el decreto de Calderón.
También las pugnas dentro del sindicato se han suspendido para dar paso a la unidad en defensa de la paraestatal y el sindicato. Según declararon los líderes Martín Esparza y Alejandro Muñoz, quienes expresaron que hoy lo más importante es la defensa de los 65 mil electricistas y evitar la privatización de la electricidad.
En un país en crisis económica aguda, donde están cerrando cientos de empresas cada semana y decenas de miles pierden el empleo; ocho millones de jóvenes no estudian ni trabajan porque el actual sistema socio - económico mexicano no tiene lugar para ellos. En que 25 millones de personas se encuentran en pobreza extrema. Donde la fracasada guerra contra el narco comandada por Calderón ha provocado la muerte violenta de más de 15 mil personas, debe tenerse mucho cuidado a la hora de tomar decisiones políticas.
Pero al parecer los asesores españoles y gringos del michoacano tienen la creencia de que el pueblo mexicano ya perdió su capacidad de rebelarse ante la injusticia, cosa que esta por verse.
Paradójicamente todos los defectos atribuidos por los empresarios y Calderón a los electricistas son los que caracterizan al gobierno actual. Es inepto, ineficiente, muy caro, improductivo, fraudulento, mentiroso, violento y está provocando graves daños al pueblo mexicano.
Por ello debería ser liquidado cuanto antes, pero sin ninguna indemnización.