martes, noviembre 03, 2009


EL TUNEL
Tomás Oropeza Berumen

México, 02,XI,09.- El día de muertos el pueblo mexicano amaneció más pobre y de cara a una perspectiva macabra. El paquetazo pasó.

Aunque ligeramente maquillado porque se evitó que se aprobara el IVA generalizado del 17 por ciento que Felipe Calderón intentó cargarle a todos los bienes y servicios, incluyendo alimentos y medicinas, para quedar en 16 por ciento y sin incluir esos rubros. El aumento del ISR subió de 28 a 30 por ciento para quienes perciben salarios superiores a los 10 mil pesos; además el impuesto de 3 por ciento para las cuentas de ahorros de 15 mil pesos en adelante; 80 centavos a las cajetillas de cigarros y 26 por ciento de impuesto a la cerveza. El impuesto a la telefonía rural y al Internet no fueron aprobados.

Los que siguieron conservando sus privilegios y hasta los incrementaron fueron los grandes capitales, que sólo pagarán la curta parte de sus adeudos fiscales desde hace 5 años a la fecha y la información sobre las empresas que no pagan al fisco será secreto de Estado.

La aprobación en la Cámara alta del paquete fiscal enviado por los diputados demostró para quienes esperaban que el PRI lo enmendara, que el sector nacionalista del tricolor ya no tiene ninguna fuerza y que el ala neoliberal es la dominante, desde hace 30 años. Y a pesar de que los priístas intentaron disimular su apoyo al paquete impositivo de manufactura calderoniana todo mundo se percató de que con su abstencionismo en realidad apoyaron el golpe contra el pueblo que significa la cascada de impuestos y sus efectos recesivos en una economía que este año caerá alrededor del 8 por ciento.

El pueblo mexicano no tuvo capacidad para echar abajo el paquetazo y la izquierda tampoco convocó, como debió haberlo hecho, a una jornada de protesta y movilización, algo a lo que le tiene pánico el PRD. Pero tampoco la otra izquierda movió un dedo. Es más, permaneció muda.

Esta semana los nuevos impuestos y los incrementos de otros comenzarán a provocar mayor inflación de todos los bienes y servicios, incluyendo las medicinas y los alimentos, pues en la economía todo esta interconectado y lo que ocurre en un sector necesariamente repercute en otros.

Los trabajadores de la UNAM también comenzamos noviembre con malas noticias. El miserable aumento salarial de 4 por ciento concedido por rectoría no resolverá la pérdida del poder adquisitivo. Pero no podía pasar otra cosa, dado el recorte de los panuchos al presupuesto universitario, el servilismo de los charros del STUNAM y la pasividad de administrativos y académicos que no quieren hacer olas después de ver como el pelele liquidó con un decreto y toda la fuerza del Estado y el ejército, claro, una paraestatal y un sindicato de larga tradición de lucha, lanzando a la calle a 45 mil trabajadores.

En esa perspectiva la reunión que el próximo jueves 5 se llevará a cabo para que sindicatos y organizaciones populares, estudiantiles, campesinas, etc., definan la fecha de un paro o huelga nacional en apoyo a los electricistas del SME, verá llegar a los líderes charros del STUNAM sin llevar posiciones de asamblea. Y por ello el apoyo declarativo al SME no pasará de ese nivel, lo cual es muy peligroso ya que la idea de que nadar de a muertito podría salvar a la UNAM y a los trabajadores de un golpe calderoniano es un grave error. La única manera de parar a Calderón y bajarlo de su pedestal es mediante la lucha para revertir el golpe dado a los electricistas.

Los que tampoco deben hacerse demasiadas ilusiones en los tribunales de la burguesía, son los electricistas, que promueven una controversia constitucional y acaban de ampararse en masa, obteniendo por el momento una suspensión provisional sobre el cierre de Luz y Fuerza del Centro que a la Secretaría del Trabajo parece no impresionarle demasiado. Ya sabemos por experiencia como se las gastan los jueces y magistrados.

El capital y su gobierno títere esta dispuesto a todo, con tal de quedarse con el negocio de la electricidad y la fibra óptica que permite llevar la energía eléctrica, televisión, telefonía e Internet por los cables de LyFC y de la Comisión Federal de Electricidad que en conjunto tienen más de 30 mil kilómetros de cableado. Un verdadero botín ambicionado por WL Comunicaciones, de la que son socios mayoritarios dos ex secretarios de Energía del gobierno de Fox: Ernesto Martens y Fernando Canales Clariond.

Por ello debe mantenerse la movilización y pasar a formas de acción de mayor contundencia, de lo contrario se va a desgastar el movimiento y nadie va a arriesgar sus pequeñas parcelas de poder y a la larga el gobierno de facto va a terminar con todas las organizaciones obreras, campesinas, estudiantiles e indígenas. Todo ello para que el capital redefina su trato con los trabajadores y el conjunto de la sociedad y eleve su tasa de ganancia.