martes, noviembre 13, 2007


EL TRABAJO PRECARIO EN EL MÉXICO DE HOY

Teresa Gordillo

Bajo el gobierno de Felipe Calderón, “el presidente del empleo” el virus del empleo precario va en aumento día con día, reemplazando al trabajo formal. Y ni los sindicatos ni las organizaciones sociales han logrado detener su avance, ni hacer nada para rescatar la formalidad del empleo y los derechos de los trabajadores ganados con décadas de lucha.


El trabajo formal esta desapareciendo por el exceso de mano de obra barata y pocas oportunidades en el campo laboral. Esto lleva nuevamente a la aparición de fábricas, talleres y lugares clandestinos en condiciones deplorables, informales, mal pagados sin prestaciones, jornadas a destajo mayores de las ocho horas, en lugares húmedos sin ventilación, sin tiempo y espacio para tomar alimentos.
Todo esto se tiene que aceptar a cambio de un empleo, aunque sea precario.

A pesar, que en el sexenio precedido por el presidente José López Portillo (1976 – 1982); en donde se presumía que era la administración de la abundancia, según palabras que se recuerdan de él mismo, no hubo grandes cambios para los trabajadores.
A finales de 1994, las cosas en el campo laboral sufrieron un trastorno tajante que incrementó el desempleo.

De nuevo durante el periodo 1994 – 2000; que corresponde al gobierno de Ernesto Zedillo, se acumulo un déficit en el empleo, propiciando el acrecentamiento del desempleo.
Estos son los resultados de la política de apertura comercial con el TLC; del proceso de privatización y de desregulación laboral.

En 1995, aumentó el trabajo precario en México, se devaluó el peso engendrándose un conflicto financiero que perjudicó a toda la economía del país por la depreciación de la moneda y por la crisis bancaria, aunque el gobierno utilizó modelos económicos y políticas fiscales, de contención para mantener controlada la inflación, hasta la fecha no han sido capaces de crear la estabilidad necesaria para incrementar la inversión en el empleo.

Bajo el sexenio de Zedillo se produjo el cierre de empresas, y fueron canceladas 850 mil plazas laborales, de acuerdo con indicadores de empleo del IMSS. En ese mismo año 1.2 millones de personas que integraron el mercado de trabajo no pudo encontrar un empleo fijo con un salario digno.

El gobierno de las grandes incoherencias, (2000 – 2006), fue el de Vicente Fox Quezada.
“Durante su campaña a la presidencia de la república prometió: “Nadie perderá su empleo, serán abiertas más fuentes de trabajo y mejor remuneradas, una vida digna para todos los mexicanos, terminar con la corrupción, combatir y terminar con la delincuencia, desaparecer la pobreza, un gobierno de libre expresión, y un gobierno de transparencia”.

Únicamente, durante el primer semestre de este gobierno se perdieron alrededor de 550 mil empleos, lo que significó la desaparición de más de 3 mil plazas por día, y al cierre de ese año se perdieron más de un millón de plazas laborales.

Por lo que México, desde ese sexenio, se considera como un país “changarrero”.


Y ni siquiera en sus propios negocios el ex presidente Fox cumplió con las leyes laborales, pues en su Empacadora de Vegetales Frescos “El Cerrito”, y en el rancho de San Cristóbal, en los campos de brócoli, papa y coliflor, que también es propiedad de la familia de Fox; trabajan como jornaleros menores de edad, en condiciones precarias y fuera de toda legalidad, no tienen prestaciones sociales de ningún tipo.

También, de forma irresponsable, procedió con una política impositiva, que tuvo consecuencias negativas en la distribución de la riqueza en el país, que produjo mayores desigualdades en los salarios de diferentes ocupaciones, y despidos injustificados acrecentando más el desempleo así mismo el trabajo precario, disminuyendo en términos reales el poder adquisitivo de las familias y generando entre otros efectos sociales que el trabajador tuviera que realizar jornadas más intensas y de mayor duración, así como un deterioro del nivel de vida de la población.

Es importante destacar que en los primeros diez meses del régimen de Felipe Calderón se ha intensificado la ausencia de respeto a la legislación laboral, y la falta de voluntad positiva para inducir la generación de empleo, con otra promesa más que no se cumple; “mi trabajo es que tú tengas trabajo”, que resulta totalmente contraría a la realidad, pues diariamente se pierden 2 mil 500 empleos y millones de mexicanos que trabajan en la informalidad; “los changarros”, y la subcontratación laboral.

DATOS DUROS

De acuerdo, a datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), dos de cada 10 mexicanos no tiene empleo formal de los 42 millones que conforman la población ocupada en el país, 19 millones laboran en la informalidad, la tasa de desocupación más alta se encuentra entre los jóvenes, la tasa de desempleo es de 6.30 % en promedio y se eleva más entre las mujeres y los jóvenes, entre quienes la tasa de desempleo alcanza el 7.12 por ciento.

Según esta dependencia: “la generación de empleo formal “presenta importantes desigualdades entre las regiones y entidades federativas”, porque sólo cuatro entidades concentraron la mitad de todos los empleos creados entre diciembre de 2006 y julio de 2007, estas son el Distrito Federal, Estado de México, Nuevo León y Jalisco.

De estas cuatro entidades, el Distrito Federal acaparó 16 por ciento de todos los empleos generados en lo que va de este gobierno, ya que aquí se crearon 79 mil 766 plazas y la tasa de desocupación fue de 5.69 por ciento”.[1]

En México, como una consecuencia de los modelos económicos neoliberales las condiciones de trabajo son muy inestables y de bajos salarios, sin prestaciones.

A la fecha, se ha generado un promedio anual de 277 mil plazas, a pesar de que la demanda para este período es superior a nueve millones, lo cual significa que siete millones de mexicanos no encontraron trabajo en los últimos siete años.


¿Qué es el Empleo Precario?.

“Se denomina trabajo precario al empleo que no ofrece a las personas ninguna prestación laboral”, carecen de seguridad en la salud y de seguridad pensionaria.
Esto agrava la situación de millones de personas en los cuales se viene aplicado este tipo de políticas económicas, como son: salarios baratos, una mayor jornada de trabajo ó jornadas irregulares, malos tratos, una intensificación en el trabajo con mecanismos más de competencia entre el personal, incrementando cargas de trabajo, inseguridad en el área de trabajo, y mucho menor acceso de la población trabajadora a prestaciones sociales.

Pero, el empresario al ver que es muy amplio el número de personas que quiere trabajar, incumple las leyes y obligaciones que protegen al trabajador, como son: a) una estabilidad en el empleo, b) un contrato a largo plazo, c) un salario digno, d) derecho a tiempo extra, e) derechos a vacaciones, f) días festivos, g) servicio médico, h) jubilación, i) sin aguinaldo j) sin una seguridad social digna, k) sin protección a accidentes etc..

El trabajo precario, lo encontramos en el mercado informal que va desde la venta de dulces, en los talleres la confección y costura, talleres de juguetes, de calzado, maquila, en el sector agrícola, la ganadería, manufactura, las personas que laboran como albañiles, peones, carpinteros, electricistas, talleres mecánicos, plomeros, trabajadoras domésticas, mozos, meseros, cuida niños, lavaplatos, barrenderos, jardineros, choferes de transportes, lavacoches, mensajeros, vendedores, vigilantes, entre otras muchas otras actividades que es donde se encuentra el trabajo precario.


ALGUNAS FORMAS DE EMPLEO PRECARIO.

Como producto de la aplicación del modelo neoliberal, en la economía del país algunas empresas mexicanas cerraron a causa de la caída del consumo interno y por el incremento en sus costos de operación.

A continuación, se mencionan algunas formas de empleo precario y cual es su funcionamiento:

1.- Contratos Temporales; 2.- Contratos por Día; 3.- Contrato a
destajo; 4.- Por Campaña; 5.- Contrato por Obra; y 6.- Trabajo en forma de Becario.

1.- Contratos temporales.- por mes, dos meses ó seis meses, con
frecuencia continúan de tal forma que el empresario no tenga que dar
vacaciones, aguinaldo, ni indemnización por despido.

2.- Contrato por día.- Van renovando el contrato día a día y no se sabe
si se va a continuar.

3.- Trabajo a destajo.- Sin contrato, sin tiempo únicamente el pago por
capacidad y destreza para su realización.

4.- Por campaña.- Tienen un día de comienzo y un día de finalización.

5.- Contratos hasta fin de obra.- Son para la realización de un trabajo
en concreto, pero casi siempre se extiende para realizar otro nuevo.

6.- Trabajo ilegal.- Sin contrato ó con contrato que no se ajusta
a la realidad, de tal forma que el trabajador carece de
cualquier derecho en absoluto.

7.- Trabajo en forma de becario.- remunerado bajo la forma de
una beca de investigación.



PERJUICIOS OCASIONADOS POR EL TRABAJO PRECARIO.

Los daños ocasionados por este tipo de empleo son variados: largas jornadas y bajos salarios, los trabajadores son divididos para que no se organicen en contra de la empresa, pierden sus derechos quedando con frecuencia sin protección en algún accidente de trabajo o enfermedad, obligados a cumplir con jornadas laborales excesivas, despidos libres, maltrato y pésimas condiciones de vida, aumento de la pobreza con carencias económicas, sociales y familiares, la marginación, el endeudamiento, deterioro e inseguridad de sus viviendas.
En los bancos y despachos financieras tienen dificultades para concederles créditos, al no tener ninguna seguridad de sus clientes para que puedan pagar.
Conclusiones


Ante, todo lo ya expuesto, en México con carácter de urgente, debe de reforzar sus acciones de crecimiento económico, y diseñar e implementar mecanismos y formas políticas de protección para los trabajadores, para comenzar a abatir la tasa abierta de desempleo y no propiciar el incremento del trabajo precario.

Otra de las recomendaciones es rescatar la formalidad del empleo y los derechos de los trabajadores.


[1] Periódico la Jornada, martes 04 de Septiembre del 2007; Pág. 20.