martes, febrero 15, 2011


NARCO GUERRA Y WIKILIKS

Tomás Oropeza Berumen


14.02.2011.- México se ha convertido en un dolor de cabeza para el gobierno de Estados Unidos. A la situación económica y política desastrosa imperante bajo el gobierno de Felipe Calderón se ha agregado el fracaso de la narcoguerra.

Las declaraciones recientes del subsecretario del ejército de Estados Unidos Joseph Westphal, sosteniendo que los carteles de la droga son una especie de insurgencia que podría llegar a tomar el poder y que de ocurrir esto habría que enviar tropas a México, no son las primeras que revelan las intenciones del gobierno estadunidense.

Igual la pregunta hipotética de la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos Janet Napolitano, sobre lo que implicaría para su país una eventual alianza entre un cártel del narco mexicano y un grupo terrorista, ejemplificando con los Zeta y Al Qaeda, muestra de manera cada vez más nítida la intención de recurrir a algún pretexto para iniciar una guerra preventiva contra nuestro país.

Desde que Calderón inició su guerra contra las bandas de narcotraficantes, utilizando al ejército, la fuerza aérea, la marina y la policía federal supuestamente para destruirlas, los carteles lejos de debilitarse han logrado incrementar su poder de fuego y control sobre varias regiones del país. Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua y Durango, son ejemplos claros.

El reportaje publicado la semana pasada por el periodista Arturo Cano sobre Tamaulipas deja muy claro que en esa entidad los carteles del Golfo y los Zeta tienen el dominio de la situación a pesar de mantener entre ellos una sangrienta lucha por controlar la plaza. Todo ello bajo la mirada y complicidad de las fuerzas gubernamentales.

Los cables del consulado norteamericano en Monterrey entregados por wikiliks a La Jornada dan cuenta de la incapacidad de la policía y el ejército para contener a los Z, al grado de que el propio cónsul manifiesta su desconfianza en esa institución y comenta que constantemente los jefes policiacos regiomontanos recurrían a su apoyo en materia de inteligencia.

Ya antes se había informado, también tomando como referencia a wikiliks, que Calderón solicitó apoyo a Estados Unidos para “pacificar” Cd. Juárez, Chihuahua y que por su parte el jefe de la Sedena Guillermo Galván consultó con Estados Unidos la posibilidad de imponer el estado de excepción en varias regiones del país.

Los acontecimientos del pasado fin de semana parecen confirmar que las bandas criminales no sólo no se han replegado, sino que han redoblado su beligerancia en entidades donde no parecía tener presencia, como Jalisco, Nayarit, el Estado de México y el DF.

La matanza de ocho jóvenes en Nezahualcóyotl la madrugada del domingo, los asesinatos casi inadvertidos en algunas delegaciones del DF y los operativos de la Marina en la capital del país, son indicios de que la mancha de la delincuencia organizada se sigue extendiendo a pesar de las declaraciones de quienes dicen combatirla.

En este panorama de creciente violencia, violación de los derechos humanos, crecimiento del desempleo y la pobreza de los mexicanos, no se ha producido un estallido social porque el pueblo carece de una organización que lo anime a sublevarse. La inexistencia de una izquierda revolucionaria es la condición que permite la sobrevivencia del gobierno ultraderechista blanquiazul.

Ejemplos de la traición del Partido de la Revolución Democrática a quienes lo consideraban un instrumento de la lucha popular, son las recientes alianzas que ha hecho con el derechista PAN en los procesos electorales de Oaxaca, Puebla y muy probablemente en el Edomex. Esto con vista al 2012.

Los cables de la embajada norteamericana a la postre encabezada por Tony Garza, dan cuenta de la obsecuencia y proclividad de los funcionarios y políticos mexicanos de todos los partidos a colaborar como informantes ante la representación diplomática.

Un antecedente de la disposición del PRD y del PRI a tomar acuerdos con el gobierno es la que hoy dio a conocer el diario La Jornada, que apoyándose en cables de wikiliks revela que en 2009 acordaron con el PAN ocultar información sobre el crecimiento de la pobreza bajo el mandato de Calderón, justificando esa maniobra traicionera para el pueblo, en el hecho de que habría un proceso electoral.

A juzgar por estas informaciones que debemos muy principalmente al multicitado grupo de desconocidos capitaneados por Julian Assange, las peores inferencias que uno pueda hacer sobre el funcionamiento del gobierno panista y la clase política mexicana, se queda corta.

En este contexto es perfectamente explicable la represión gubernamental contra la periodista Carmen Aristegui, quien si llegara a ser reinstalada en MVS estaría obligada moralmente a continuar con la línea informativa que le ganó la admiración y el apoyo de sus escuchas, cuya movilización parece haber hecho recular a Calderón.

Después de haber hecho el ridículo, ahora el inquilino de Los Pinos ha recurrido a una maniobra electorera y privatizadora con la que pretende recuperar su raquítica base social, al decretar que los más pobres paguen la educación a los hijos de la clase media acomodada, mediante la deducción de los impuestos de los costos de las colegiaturas en las escuelas privadas.

La consecuencia de ello es un empujón a la privatización educativa apoyando a una minoría privilegiada que se ha estado alejando del panismo, pero que podría retornar gracias a este ardid de última hora.