
AMLO la falsa esperanza de la izquierda
Nelly
Moro U.
Con
el futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador está involucrado
el sentimentalismo la esperanza de que México va a cambiar,
aun a pesar que claramente las políticas económicas seguirán
manteniendo de cierto modo un corte neoliberal, analizar o querer
pretender que con sentimentalismo y esperanzas es algo subjetivo que
desvía del correcto análisis de las políticas económicas y
sociales que pretende aplicar.
Muchos
de los llamados de izquierda entran en este juego de sentimentalismo
perdiendo el análisis correcto. Ven
con esperanza que el solo hecho de que AMLO este en el poder la
transformación económica se dará como por arte de magia, pero
aunque todas las esperanzas se unan los hechos concretos están
delante.
En
primer lugar MORENA el partido político que representa a AMLO es un
partido pequeño burgués compuesto en su mayoría por ex priistas,
ex perredistas y ex panistas una serie de personajes vividores de la
política, que en su trayectoria tienen un “oscuro pasado” que
los lleva a ser totalmente desconfiables, personajes ligados con
corrupción, traición, narcotráfico entre otras cosas, políticos
que estarán en puestos claves en el futuro gobierno, como un ejemplo
de ello es el gobernador de Chiapas un gobernador corrupto y
reaccionario, otro ejemplo de ello es la “compra” de 3 diputados
del partido verde ecologista para poder ser el partido con mayoría
absoluta claramente un método que solía utilizar el priismo
corrupto.
Con
respecto a sus políticas económicas, AMLO y su equipo que llevarán
las riendas económicas expresan claramente que seguirán los
acuerdos, pactos y tratos preferenciales con el gran capital. Un
ejemplo de ello es el resurgimiento de aplicar el llamado Plan Puebla
Panamá, el cual es un plan que beneficia al capital estadounidense
en perjuicio de las comunidades del sur del país, propuesto por el
ex presidente Vicente Fox, pero creado por los estadounidenses, es un
proyecto al servicio de las transnacionales y que busca la expansión
capitalista a través de relaciones de dependencia y subdesarrollo en
esa región, además de los riesgos ambientales con la devastación
de grandes zonas naturales por la construcción del Tren Maya y otras
obras de infraestructura cuyo objetivo va hacer la movilidad de
mercancías y mano de obra.
Otro
ejemplo es los nuevos acuerdos del TLC ahora llamado USMCA que se
firmaron, acuerdos claramente perjudiciales para el pueblo de México,
acuerdos que reafirman la relación de dependencia económica hacia
los Estados Unidos,y no solo eso, si no que endurece la explotación
de nuestros recursos naturales y humanos acentuando más que México
sea solo un país maquilador y exportador de materias primas, y si
bien es cierto que el gobierno priista actual fue el que firmó los
acuerdos, AMLO, no se pronunció al respecto, sobre temas que
realmente afectan al proletariado y campesinado mexicano, dejando
claramente en evidencia que la clase trabajadora no es su prioridad.
AMLO
pretende compensar esta falta de prioridad a la clase trabajadora con
apoyos a los abuelitos, jóvenes, capacitación a obreros, etc, sin
embargo dar limosnas y apoyitos no es la solución para la gran
pobreza y miseria en la que se encuentra la gran masa de la población
mexicana. Se necesitan empleos con seguridad social, con contratos
colectivo de trabajo, con prestaciones, se necesitan empleos para
profesionistas, se necesita quitar la reforma laboral que es una
reforma que somete y socava los derechos laborales, meter en cintura
a las empresas transnacionales que no dan garantías laborales a los
trabajadores, los obligan a trabajar más de ocho horas, sin
prestaciones, sin seguridad social, baja condiciones infrahumanas,
pagándoles el salario mínimo.
El
gobierno que pretende conducir AMLO es un gobierno que no es de
izquierda, es de centro tirándole a la derecha, no nos engañemos,
pretendiendo que todo será color de rosa, tal vez si para algunos
los capitalistas nacionales y transnacionales, tal vez para unos
sectores de trabajadores, pero no para la gran mayoría de mexicanos
los cuales somos 127.5 millones, de los cuales 53.4 millones viven en
pobreza y 9.4 millones en pobreza extrema.