viernes, febrero 03, 2012


Business are business
Luis Javier Garrido

In memoriam, reproducimos el presente artículo de nuestro compañero y maestro Luis Javier Garrido –fallecido el pasado miércoles–, publicado en este espacio el 27 de enero del año en curso

La llamada "guerra contra el narcotráfico" es, además de todo, un estupendo negocio para una serie de corporaciones afines a los demócratas estadunidenses, pero también para múltiples hombres de negocios vinculados al gobierno de Felipe Calderón, por lo que desde esa perspectiva, extremar la violencia resulta benéfico para los negocios.

1. El presidente estadunidense Richard M. Nixon acuñó el término de "guerra contra las drogas", no debe olvidarse, en un discurso pronunciado el 17 de julio de 1971, en el que pretendió estar preocupado por el incremento del consumo de enervantes entre los soldados en Vietnam, cuando en realidad lo que buscaba era aprovechar la alarma que estaba creando al afirmar que las adicciones habían asumido la dimensión de "una emergencia nacional" para solicitar importantes recursos al Congreso a fin, entre otras cosas, de ir creando nuevos negocios en torno de esa supuesta lucha contra el narcotráfico.

2. La noción de "guerra contra las drogas" encubrió, por consiguiente, desde sus orígenes, además de una serie de objetivos políticos, estratégicos y militares de una potencia imperial, muy claros intereses económicos, tanto del Estado, que pudo disponer cada vez más de fondos excepcionales votados en la colina del Capitolio, como de una serie de consorcios empresariales asociados a esos intereses. Los expertos en la política de Washington sobre las drogas coinciden en que aun después de esa algarada de Nixon, nada cambió en las orientaciones generales de la política estadunidense, que siguió rigiéndose por la ley de 1970 sobre la prevención de las drogas, que no era otra cosa que una secuela de la ley Harrison de 1914 sobre narcóticos. Y nada cambió, ni siquiera al ser elevada dicha "guerra" al rango de ley el 28 de enero de 1972. Lo único nuevo desde entonces fue que los negocios florecieron aún más.

3. Las políticas de Washington en materia de drogas se han sustentado por consiguiente en los últimos años en esa doble vertiente contradictoria. Ha llevado a cabo Estados Unidos por un lado una campaña permanente pretendiendo combatirlas y brindar "ayuda" a otros países para supuestamente desalentar y reducir su producción, lo que ha entrañado incluso su intervención militar. Y, por el otro, ha tendido invariablemente a preservar el narcotráfico como un gran negocio, reordenado y dirigido desde Washington, el que ha beneficiado incluso, desde su lado ilegal, a políticos del más alto rango, y que desde su lado "legal" ha permitido al Estado mayores recursos y a múltiples empresas desarrollar una serie de negocios "legales".

4. Las políticas del gobierno de Barack Obama en la materia han seguido escrupulosamente el esquema nixoniano, y cada vez que ha estado en algún problema político ha invocado a los cárteles mexicanos como una amenaza de "dimensión nacional", para solicitarle recursos frescos al Congreso, sin dejar por lo mismo de apoyar a las multinacionales que están haciendo negocios multimillonarios con la "guerra contra el narcotráfico". La debilidad del gobernante espurio mexicano Felipe Calderón le permitió a Washington en 2006 extremar su esquema de dominación sobre México pero también ampliar su red de negocios.

5. La "guerra contra las drogas" de Obama en México ha significado enormes negocios para una serie de empresas vinculadas a los intereses de los demócratas estadunidenses. En un reciente reportaje, Jorge Carrasco Araizaga da cuenta de cómo tanto las empresas privadas asociadas a la industria militar estadunidense como otras nuevas han obtenido millonarios contratos de Washington para proveer de equipamiento y material bélico y de otro tipo tanto a México como a Estados Unidos (Proceso, 2012), lo que se ha fortalecido por la presencia en territorio mexicano de las agencias del gobierno estadunidense, que Calderón ha autorizado operen aquí, y que se hallan bajo la coordinación del contralmirante Colin J. Kilrain, experto también en negocios.

6. Las políticas bélicas de Calderón han beneficiado enormemente a las trasnacionales, pero no sólo a éstas. El Pentágono ha obtenido mayores recursos del Congreso gracias a su intervención en México y en octubre de 2012 pidió otros mil 200 millones de dólares para operar en territorio mexicano, y los contratos de las empresas privadas no dejan de crecer. La Iniciativa Mérida implicó en sus inicios un paquete "de ayuda" de mil 400 millones de dólares, y ya para 2008, las empresas estadunidenses habían alcanzado contratos por 64 mil millones de dólares.

7. El aspecto más grave de estas políticas de guerra y negocios no lo constituye sólo el hecho de que se trata de un gasto descomunal creciente el que se ejerce para la destrucción en nuestro país, sino que es ya también este un negocio que beneficia a "empresarios" mexicanos coludidos con Calderón, en un escenario en el que México está maquilando material bélico estadunidense (cosa que se le olvidó a éste presumir en Davos), lo que es abiertamente contrario a la Constitución. Conforme al citado reportaje, el año pasado la empresa Aero Company, de Indianapolis, recibió más de 12 millones de dólares para fabricar tapones de armas de combate en San Luis Potosí, JDS Uniphase obtuvo contratos de la Marina estadunidense por 6 y 12 millones de dólares tanto para manufacturar sofisticados equipos bélicos como para elaborar sistemas de pruebas de armas en su planta de Guadalajara, y la Lockheed Martin, de Orlando, se consiguió 145 millones de dólares para elaborar sistemas de vehículos militares en Tijuana.

8. Las políticas de migración estadunidense amparan también enormes negocios, desde la construcción del muro fronterizo hasta los centros de detención que se construyen a lo largo de la frontera. ¿Por qué la “guerra contra el narco” no debería serlo? Por esa y otras razones, Calderón se aterró cuando Gil Kerlikowske, director de la Oficina de Control de Políticas sobre la Droga (ONDCP), declaró el 13 de mayo de 2009 que la administración Obama no utilizaría más el concepto de "guerra contra las drogas" por ser contraproducente, y tras negar haberlo él jamás usado ha buscado implementar desde entonces sus políticas de terror por otros medios.

9. El gasto descomunal de las políticas antidrogas no ha servido para terminar con un negocio que está más que nunca en auge –pues en el fondo sólo se ha buscado reordenarlo–, sino para sembrar un clima de violencia y terror en un país y matar a decenas de miles de mexicanos, pero también para impulsar una serie de negocios ilegales en los que están involucrados políticos y empresarios de ambos lados de la frontera, por lo que desmantelar todas esas redes de intereses espurios va a ser una tarea muy complicada en el futuro.

10. Esa confusión de intereses públicos y privados que asfixia a un pueblo que clama "¡Ya basta!" debe ser, por ello, evidenciada más abiertamente si se quiere construir un país diferente.

miércoles, febrero 01, 2012


Capitalismo en crisis

Nelly Aideé Moro

Noticias van, noticias vienen sobre el agotamiento del modo de producción capitalismo, al mismo modo opiniones, conferencias, escritos, manifiestos de expertos y no tan expertos de como debe ser el nuevo rumbo de la economía, el nuevo rumbo de la humanidad y del planeta entero.

Las propuestas son muy variadas, pero todas enfocadas a lo mismo, ponerle sólo parches al capitalismo. Unos proponen mantener el neoliberalismo con dos o tres remiendos, otros proponen regresar al modelo de Estado Benefactor, mejor conocido como keynesianismo y los más radicales aclaman por un nuevo modelo económico más amable con la humanidad, con el medio ambiente, etc. pero eso sí, que no se salga capitalismo. Y ante esto, varias preguntas saltan a mi mente: ¿Podría existir un capitalismo amable y bondadoso? ¿Realmente el capitalismo este en franca caída? Y ¿Funcionaria cambiar de modelo o plantearse seriamente no un cambio de modelo sino un cambio de Modo de Producción?

Lo que es una realidad es que la humanidad esta sufriendo catástrofes inimaginables, más que en el Apocalipsis. Hambre, sed, enfermedades, desastres naturales, guerras, humillación, infamias como violaciones, explotación, pérdida de toda dignidad. Y todo ello no es culpa de cuestiones divinas, mágicas y misteriosas, no es culpa de la casualidad o de los musulmanes o judíos o cristianos o budistas o ateos y demás creencias o ideologías.

Todas estas catástrofes son provocadas por el MODO DE PRODUCCION CAPITALISTA. Por que se basa en de explotación desmedida de los recursos naturales, entiéndase agua, bosques, selvas, animales, seres humanos y todo lo que sea y pueda ser explotado en el planeta tierra. Con el fin de obtener dinero, riquezas y poder por unos cuantos.

El cambio climático esta sucediendo por la devastación de bosques y selvas, por el arrojo a la atmósfera de venenos industriales. ¿Y el hambre? ¿Cómo es posible que millones y millones se estén muriendo de hambre, cuando en países primer mundistas se desperdician de 70 a 90 kilos de comida al año por persona? No es que no haya la capacidad de producción de comida para todos los humanos y animales, es que esa producción esta mal distribuida. Y eso no es culpa de lo divino y lo misterioso, es culpa de los mismos a quienes no les importa si millones se mueren de hambre y otros tiran comida mientras ellos obtengan ganancias.

O las guerras que quieren hacer parecer que son provocadas por locos fundamentalistas que defienden a su dios a capa y espada. Pero ¿Qué hay detrás de las guerras? Lo que hay es una lucha por los recursos naturales como el petróleo, el agua, los minerales y riquezas. A costa de miles de muertos, mutilados, hambrientos, huérfanos, violados y torturados. Y qué decir de las enfermedades. La mayoría provocadas por alimentos contaminados por sustancias nocivas, “medicamentos peligrosos”, por las condiciones infrahumanas en la que vive la población en pobreza ( la mayoría en este planeta), que no tiene agua potable, consume alimentos infectados, exposición al frió o al calor implacable por no tener una vivienda digna. Y todo esto: ¿es culpa de la población?, por flojos, por incultos, o por que tienen x o z religión.

NO, por supuesto que no, esto lo genera el capitalismo al generar pobreza, al condenar a esta población a la marginación, al ser sólo carne para explotación laboral y sexual. Para los capitalista no tienen valor no importa su salud o su dignidad, sólo importa que generan ganancias al ser explotables. Así es, el capitalismo es depredador e inhumano, es su naturaleza, es su estructura, es su esencia. Por lo que queda respondida la primera pregunta ¿Podría existir un capitalismo bondadoso y amable? NO, por lo tanto esas propuestas y lucubraciones de que el capitalismo debe virar a una forma amable con el planeta y todos los que vivimos dentro de el es una falacia, no es posible.

(Continuara…)