jueves, septiembre 22, 2016




45 MESES DE FRACASOS Y REPRESION

Tomás Oropeza B.

A cuatro años del fallido gobierno de Enrique Peña Nieto el país atraviesa un verdadero desastre económico, social y político. Devaluación del peso ante el dólar que ya rebasó los 20 pesos. En breve, aumentos en los precios de alimentos, maquinaria, electrodomésticos, equipos de computación, medicamentos, servicios, gasolina, gas y electricidad que México le compra a Estados Unidos, provocará una inflación incontrolable y la pulverización del poder adquisitivo de los magros salarios de los trabajadores y mayor penuria en el enorme sector de los precarizados y desempleados.

El crecimiento de la deuda pública con la banca internacional que a finales de este año equivaldrá al 52 por ciento del PIB (según el FMI) y el recorte al presupuesto de 2017 por 175 mil millones de pesos, para pagar los intereses de esa deuda, que realmente es impagable, provocará el despido de decenas de miles de burócratas que prestan sus servicios en las secretarías de Salud, SEP y Sagarpa y efectos en cadena en toda la economía mexicana por el crecimiento del desempleo.

A estas calamidades todavía habrá que agregar las consecuencias que tendría un aumento en la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, la continuación de la recesión en la economía gringa, nuevas bajas en los precios del petróleo y una mayor agresividad del gobierno norteamericano contra los millones de mexicanos que trabajan al otro lado del Río Bravo (gane quien gane la presidencia en noviembre).

Todo esto que en buena medida es consecuencia de las decisiones tomadas por el gobierno de Peña Nieto, para complacer a los capitalistas mexicanos y extranjeros, siguiendo las directrices de los organismos del capital financiero transnacional (FMI, BM, OCDE), provocará mayor desempleo, pobreza, menores salarios, enfermedades, sufrimiento e ignorancia para la mayoría que no provocamos esta crisis agudizada, pero que la tendremos que pagar, a menos que nos organicemos y demos la lucha para que los empresarios paguen los platos que han roto.

Queda claro que las reformas estructurales aprobadas por la despreciable alianza del PRI, PAN, PRD y PV, en acatamiento a las órdenes de los organismos mencionados, muy lejos de reactivar la economía nacional, como se aseguraba, tienen por finalidad despojar al pueblo mexicano de derechos y bienes colectivos (de la Nación) como el petróleo, electricidad, minerales, educación, salud, agua, biodiversidad, etc. para expandir intensivamente el funcionamiento del capitalismo, proporcionándole nuevos nichos de explotación y posibilidades para incrementar sus ganancias.

En cuanto a la situación social y política, tenemos un país crispado, donde las movilizaciones del magisterio organizado en la CNTE demandando la abrogación de la mal llamada reforma educativa, se ha replegado para reorganizar otra etapa de lucha. Los trabajadores de la educación no se han rendido, lograron con el paro realizado en varias entidades durante cuatro meses, decenas de manifestaciones, bloqueos carreteros y de centros comerciales, etc. evidenciar la cerrazón y nula capacidad política del gobierno peñista para dialogar y resolver los problemas educativos y sociales tomando en cuenta a los profesores, quienes ampliaron el apoyo popular para su lucha en contra de la reforma laboral que intenta arrebatarles la estabilidad y privatizar la educación pública para convertirla en un negocio en manos de los empresarios.
La obsesión de Peña Nieto por derrotar a los profesores llegó al extremo de reprimir el 19 de junio, con disparos y gases arrojados desde helicópteros al pueblo de Noxichtlán, Oaxaca, donde la Policía Federal se lanzó contra pobladores, niños y mujeres que apoyaban a los maestros con un saldo de diez muertos y decenas de heridos.
Y muy relacionado con esto tenemos que a 2 años de la masacre cometida la noche del 26 y 27 de septiembre en Iguala, Guerrero, contra pobladores y estudiantes normalistas, así como la desaparición forzada de 43 alumnos de la Normal rural de Ayotzinapa, las investigaciones de la PGR no han avanzado un ápice, porque esa institución se ha dedicado a encubrir a los autores intelectuales y materiales de esos hechos que han sido calificados como un crimen de Estado.

A esto habrá que añadir que la violencia delincuencial y gubernamental cobra víctimas todos los días. Y a los 28 mil desaparecidos se van sumando más cada semana, igual que al de la escalofriante cifra de 78 mil 109 ejecutados en los 45 meses del gobierno de EPN reportadas por el semanario Z de Tijuana.
México no debe seguir en manos de un presidente creado por Televisa y el Grupo Atlacomulco. La marcha del pasado 15 de septiembre exigiendo su renuncia, es una de tantas demostraciones de repudio popular contra un gobierno que reiteradamente ha fracasado y llevado al país a una crisis sin precedente que el gobierno agudizara con las medidas que esta implementando.