miércoles, febrero 10, 2016


VISITA A UN PAÍS EN CRISIS

Tomás Oropeza B.

En vísperas de la visita del papa Francisco, cuando los reflectores de la prensa internacional apuntan a México y los medios de manipulación masiva difunden la idea de que algo trascendental ocurrirá, por la presencia del jefe de la iglesia católica y monarca absoluto del Estado de Ciudad Vaticano  (país de 44 hectáreas y unos 800 habitantes, con su propio ejército, bandera, himno, moneda, etc., al que el dictador fascista Benito Mussolini le concedió la soberanía en Los pactos de Letrán en 1929) la situación de nuestro país es desastrosa en lo económico, social y derechos humanos.

Ayer el secretario de Hacienda Luis Videgaray anunció el despido de miles de trabajadores del sector público y de Pemex (08.02.016) y el recorte del gasto público en 2017. La  devaluación del peso sigue imparable. El precio del petróleo continúa en picada. Y el presidente autista sigue diciendo que “hay pleno control sobre a variables macroeconómicas”.
Basta con ir al mercado más cercano para darse cuenta de que la inflación está desatada: el precio de la tortilla se elevó; los nopales por las nubes, la carne, pollo, hortalizas, etc. y la violencia continúa en en todo el paí: Desaparición de más jóvenes en Veracruz, secuestro y asesinato de la periodista veracruzana Anabel Flores. Feminicidios;  impunidad para curas pederastas, políticos corruptos y militares asesinos.

A 17 meses de la noche de Iguala (27.09.015) el Equipo Argentino de Antropología Forense en su informe demuestra con datos y evidencias que la verdad histórica del gobierno de Peña Nieto es una burda mentira. Nunca ocurrió la incineración de los estudiantes en el basurero de Cocula, como aseguró la PGR, que sólo ha simulado investigar. Los 43 siguen sin aparecer, ni vivos ni muertos.

Estos son algunos de los rasgos del país que visitará el papa Francisco Bergoglio en los próximos días. Dice que viene a orar. ¿Para qué? ¿De qué sirve ese espectáculo que la radio y tv presentan como algo grandioso? Si tanto poder tiene el llamado representante de dios en la tierra, podría elevar sus plegarias en cualquier lugar, sin necesidad de tanto despliegue que cuesta millones de devaluados pesos que pagará el pueblo mexicano.

El papa de los católicos ha dicho que es infantil acusar al Estado por la desaparición de los 43 normalistas. Eso “es obra del demonio”, que no perdona al pueblo mexicano por tener a la virgen de Guadalupe, y castiga a la gente con la violencia que padece. No fue el gobierno  sino el diablo y todos somos corresponsables por lo ocurrido, sostuvo en entrevista con una reportera de Televisa.

Insulta y descalifica a quienes por experiencia y capacidad de análisis  tienen claro que el Estado es responsable de lo ocurrido la noche del 27 de septiembre. Y eso de  aprovecharse de la ignorancia y las superstición echando  la culpa a un ser mitológico de es crimen de lesa humanidad es ya un servicio al régimen de EPN.

La decadente iglesia católica y la derecha mexicana  realizarán por estos días una demostración de fuerza. Movilizarán   a decenas de miles de personas en los diversos momentos de la visita papal que busca darle nuevos bríos,  sin haber resuelto con justicia los graves casos de pederastia a cuyos responsables siguen encubriendo y protegiendo, sin tomar medidas para que no vuelvan a delinquir.

El papa Francisco busca mayores ventajas en México para los jerarcas católicos, ante un gobierno que desde hace mucho abandonó  la laicidad e independencia de la religión, cualquiera que ésta fuere, para darle cada vez mayores concesiones. Y conformar una bloque de fuerzas reaccionarias. Y reforzar la alianza de los poderosos contra el pueblo.

La triste realidad es que después de la estancia papal en México los grandes problemas del país continuarán agravándose hasta que los de abajo nos decidamos a cambiar las cosas mediante la acción organizada o como dice la consigna: SÓLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO.