Defiende plan de estudios de la Facultad de Economía
Leí el artículo de la maestra Ana Esther Ceceña Invasiones abiertas y veladas de la nación mexicana. A propósito de José Luis Ceceña, publicado ayer en este diario, en el que reflexiona y rememora el contexto histórico en que nació y vivió su padre, el economista José Luis Ceceña. Su libro México en la órbita imperial, junto con El milagro mexicano, de Fernando Carmona, me abrieron los ojos sobre la situación de mi país, me hicieron interesarme en el estudio de sus problemas económicos y me animaron a estudiar en la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, que dirigía Ceceña en 1975 y quien en ese entonces, junto con la Comisión Mixta, gobernaba de común acuerdo ese importante centro de estudios.
La Comisión Mixta estaba integrada por representantes estudiantiles, académicos y de trabajadores; era un órgano de cogobierno surgido al impulso del movimiento estudiantil de 1968. El plan de estudios de economía había surgido influido por lo mejor de aquel movimiento y el ascenso de la lucha social en el mundo, junto a la presencia del bloque del socialismo realmente existente. Eran los años del Estado benefactor a la mexicana, que combinaba represión a los movimientos sociales y distribución del ingreso, y permitía el acceso masivo a la educación superior.
La Escuela Nacional de Economía tenía un plan de estudios aprobado democráticamente en el foro de 1974, cuyo eje central era el estudio de El Capital, de Carlos Marx, y la enseñanza de la investigación (aprender a investigar investigando) y otras materias que preparaban a los estudiantes para pensar por cuenta propia. Todo eso fue respetado y fomentado por Ceceña.
Hoy, cuando se da en la Facultad de Economía un largo y sinuoso proceso de reforma al plan de estudios de 1994, sobrecargado de ideología neoliberal, se pretende extirpar las materias críticas que sobrevivieron al embate de la moda del libre mercado, sin tomar en cuenta el fracaso de la doctrina de los Chicago boys, que inspiró la firma del TLC y después las reformas estructurales que han despojado al pueblo de bienes colectivos (petróleo, salud, educación, ejidos) para privatizarlos. Como nunca, es indispensable rememorar al economista y ex director de la FE José Luis Ceceña Gámez, y releer sus obras, para orientar la lucha social contra un gobierno que todos los días vende un jirón del país.
Tomás Oropeza Berumen, profesor de la Facultad de Economía, UNAM
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