Privatización del Sector Eléctrico en Marcha Sigilosa
Nelly Moro
La Energía Eléctrica de ser un fenómeno físico que sólo podía ser contemplado por los hombres; a principios del siglo XIX pudo ser manipulada y generada por el hombre, primeramente en pequeños experimentos, después como fuente de calor y luz, para pasar a ser parte de los procesos técnicos de la producción industrial, pero la energía eléctrica no se quedó como simple “combustible”, sino que su utilización revolucionó al modo de producción capitalistas y por ende a la sociedad.
No se podría haber llegado a la Sociedad de la Información, si no fuera por la electricidad, muchos procesos productivos, las telecomunicaciones, el transporte y el comercio dependen de la electricidad, la electricidad forma parte del hombre y este no concebiría la vida sin esta fuente de energía, ya que muchos aspectos de su vida dependen de esta energìa.
Es por ello que no es raro que la “burguesía” busque recuperar en México el control de esta energía, con el fin de reducir los costos de sus mercancías y aumentar su ganancia, además de que la venta de energía eléctrica es muy lucrativa, es un mercado siempre en crecimiento y cautivo, ya que es difícil en la vida moderna prescindir de la energía eléctrica.
La privatización del sector eléctrico en México está en marcha y la burguesía con el consentimiento y la complicidad del gobierno mexicano ha comenzado a generar electricidad a costa de la ruina de la empresa pública CFE, sin dejar de mencionar que uno de los golpes que ha dado en contra del sector eléctrico nacional, fue la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, dejando en la calle a 16,599 trabajadores.
Y mientras la legítima discusión está centrada en la privatización y reformas que impactan Petróleos Mexicanos (PEMEX), la privatización del sector eléctrico está avanzando sigilosamente. Es necesario retomar la discusión sobre la importancia de que el Estado mexicano tenga la rectoría total de este sector, y se cancele la generación de electricidad “licita” por causa de los permisos de generación, pero ilegítima y dañina a los intereses nacionales, por parte de iniciativa privada que sólo buscan su beneficio y no ven por las necesidades colectivas y nacionales.
Cuando se estableció en la Constitución que el Estado será el rector de la energía en México, no fue un gesto de autoritarismo irracional, sino que al ser la energía estratégica para el crecimiento y el desarrollo de México, debe de estar en manos del Estado, que en teoría vela por los intereses de todo el pueblo.
Para tragedia del pueblo mexicano, el Estado está siendo dirigido por una cúpula de rapaces, lacras y entreguistas políticos, que no se detendrán hasta haber acabado con propiedad de la Nación y satisfacer sus deseos obscenos de riqueza desmedida.
Es importante que dentro de la discusión de la Reforma Energética, no sólo se quede a nivel del sector petrolero, sino también se defienda el sector eléctrico, siendo los dos sectores estratégicos para el desarrollo del país y motores para el crecimiento económico. No permitamos la entrega de estos recursos a manos privadas y/o extranjeras, ya que eso provocaría más pobreza, más delincuencia y más problemas en México. En nuestras manos como pueblo y legítimos dueños del petróleo y la electricidad en México, esta defender estos recursos, garantizando así el bienestar de las presentes y futuras generaciones. Como dice el dicho popular: !Que no le digan, que no le cuenten, que con la reforma propuesta por Peña Nieto todo va a mejorar!
La realidad es que quieren despojar al pueblo de México de sus bienes y sólo el pueblo organizado podrá detener este atraco a la Nación.
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