lunes, agosto 22, 2011


ANTE LA CRISIS, CALDERON ESPERA UN MILAGRO DE LAS RELIQUIAS PAPALES

Tomás Oropeza Berumen

La violencia se ha enseñoreado de México. El sábado una balacera entre delincuentes y policías y militares provocó la suspensión de un partido de fútbol en la ciudad de Torreón, la capital del estado de Coahuila. Millones de personas se enteraron del episodio por las redes sociales y los noticiarios. El gobierno de Felipe Calderón no pudo ocultar el episodio, pero lo minimizó. Nadie murió y todo está bajo control, aseguró.

En la ciudad de Morelia, la capital del estado de Michoacán, al medio día del Domingo, cientos de personas sufrieron el encierro en locales comerciales durante varias horas por el operativo policiaco militar que intentó localizar a los autores del asalto a una joyería ubicada en el centro comercial Plaza de las Américas.

También el Domingo Calderón fue, acompañado de su esposa e hijos, a la Nunciatura Apostólica en el DF a admirar las llamadas reliquias papales, una cápsula de cristal con un poco de la sangre y algunos ropajes de Juan Pablo II, objetos que recorrerán varias ciudades, famosas por la violencia que padecen sus habitantes a manos de la delincuencia y las fuerzas armadas.

Los que creen en milagros esperan que ocurra uno y que al menos disminuya el genocidio que a casi cinco años de la presidencia de facto calderonista ha costado más de 50 mil muertes, 10 mil “desaparecidos” y decenas de miles de desplazados.

El recorrido del kit papal por las 91 sedes de la iglesia católica será escoltado por la Policía Federal. Seguramente ese será el tema de los noticiarios las semanas que vienen y hasta el 15 de diciembre, fecha en que terminará la extraña gira que recorrerá el país de costa a costa y de Sur a Norte.

Sin duda en radio, prensa y televisión no se hablará de otra cosa. Y los panuchos y demás oportunistas aprovecharán la ocasión para lucirse muy devotos adorando los fetiches mencionados. Se viven tiempos electorales y como dicen los perredistas: “hay que posicionarse” aunque haya que aprovecharse de la desesperación que la miseria y la falta de perspectivas causadas por tres décadas de capitalismo salvaje ha provocado en millones de mexicanos.

El recorrido de los residuos papales abarcará prácticamente todos los estados del país y sin duda constituye un operativo político de la iglesia católica y el panismo para relanzarse con mayor ímpetu al escenario electoral. Tal como está ocurriendo en España, donde la visita de Estado realizada por el papa Benedicto XVI removió a las bases del franquismo y las enfrentó con otros tantos que criticaban el dispendio realizado por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en una época en que cientos de miles carecen de empleo y el movimiento de Los Indignados cuestiona la política económica neoliberal del gobierno socialista.

Fuera de foco quedarán situaciones más importantes, como el feminicidio que está viviendo el estado de Chihuahua, donde en las pasadas dos semanas han sido asesinadas 15 mujeres, en casi todos los casos después de padecer tortura. En lo que va del año la suma de mujeres victimizadas en ese estado es de 222, informan el Instituto Chihuahuense de la Mujer y la Fiscalía General del Estado.

O la recesión económica en que ya nos encontramos. Hecho reconocido hasta por los organismos empresariales, como el Grupo Financiero Invex quien observa la disminución del débil crecimiento del PIB que promedió un crecimiento aproximado del 4 por ciento en el primer semestre del año, inferior al logrado en el mismo lapso del 2010, cuando fue de 6 por ciento.

El Grupo Financiero Citi Banamex apuntó que la actividad económica se ha desacelerado desde el mes de junio en relación al año pasado, ya que el índice global de actividad económica (IGAE) registró un crecimiento de 3.6 por ciento frente al 4.4 del mes de mayo.
Y como la economía mexicana se halla encadenada a la de Estados Unidos, país con el que realiza el 80 por ciento de sus transacciones, habrá que esperar la peor parta de la doble recesión que están anunciando economistas gringos y que a juzgar por el retiro de capitales y las compras de pánico de oro se está materializando.

Otros datos, menos sofisticados pero que arroja mucha luz sobre lo que está ocurriendo en la economía es la dramática caída en las ventas de alimentos que se reporta en la Central de Abastos de la Ciudad de México, donde la demanda disminuyó casi el 50 por ciento, el doble de lo que cayó en el periodo vacacional de verano del año pasado, a decir de Rubén Ríos Bastida, presidente de los comerciantes de ese centro comercial con 433 bodegas que ocupan un espacio de 327 hectáreas y es el más grande del país.

Por su parte la patronal Confederación de Cámaras Industriales (Concamín) reconoció que la crisis es una realidad y exhortó al gobierno a implementar un programa antirecesivo, “aumentando el blindaje económico”, proteger el empleo, reactivar la planta productiva nacional y una serie de medidas anti deperesivas imposibles de aplicar por un gobierno panista de ultraderecha como el que encabeza Felipe Calderón.

Estos hechos económicos hacen evidente que el sistema capitalista se halla en crisis de sobreproducción relativa, las dificultades en la realización de las mercancías y de acumulación de capital así lo confirman.

También resulta claro que la crisis económica y social se profundizará en el país y que el gobierno de facto calderonista, lleva a cabo una ofensiva contra los trabajadores del país buscando someterlos a una mayor explotación y control. La Ley de Seguridad Nacional y la reforma laboral han sido diseñadas para lograr esa meta y todo parece indicar que serán aprobadas en lo que resta del sexenio, dada la desmovilización y el control que padecen trabajadores y campesinos así como el colaboracionismo de la izquierda mexicana.

sábado, julio 30, 2011


LOS TRABAJADORES ANTE LAS ELECCIONES DEL 2012

Tomás Oropeza Berumen

A once meses de que se lleven a cabo las elecciones federales del uno de julio del 2012, sería ingenuo pensar que gracias a ese proceso cambiará el destino de millones de mexicanos que hoy sufren de desempleo, bajos salarios, injusticia, violencia y antidemocracia, como nunca antes.

La imposición de una política económica favorable exclusivamente al gran capital, hace tres décadas bajo el régimen del presidente Miguel de la Madrid, que sometió al país a los dictados del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han exacerbado los males consustanciales al capitalismo mexicano. Las maquilladas estadísticas oficiales del INEGI no logran ocultar la miseria del pueblo mexicano.
Aunque a partir de la crisis iniciada del 2008 se comenzó a cuestionar en todo el mundo al modelo diseñado por los padres del neoliberalismo Milton Friedman y F. Hayek, dicha discusión no ha prosperado ni siquiera en las escuelas de Economía y los partidarios del retorno a la política económica ideada por J.M. Keynes no han avanzado en la construcción de una política y un movimiento social capaz de imponer el abandono del capitalismo salvaje y el retorno al Estado del Bienestar, falsa alternativa que los reformistas del sistema tratan de hacer pasar como solución a los grandes males del mundo actual.

Hoy los partidos políticos mexicanos están más preocupados por definir al candidato que les garantice el acceso al poder que en esbozar un programa que sirva para sacar del abismo de la pobreza a millones de desempleados, trabajadores, jóvenes desempleados y campesinos. No puede ser de otra manera, pues todos –sin excepción- sólo usan al pueblo para encaramarse en el gobierno y promover sus intereses y los del capital.

Todos en última instancia pretenden seguir aplicando la ortodoxia neoliberal y para ello buscan el control de lo que queda del Estado mexicano a 30 años de “libre” mercado y entrega de los bienes nacionales a la burguesía.

Los tres principales partidos y sus satélites además de buscar imponer en la silla presidencial a su candidato, intentarán ocupar el mayor número de curules en el Congreso para hacer viable la instrumentación de su proyecto. La contienda electoral será por 500 diputaciones (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional) y 128 senadores. Hasta hoy no reelegibles en el periodo inmediato que para los primeros es de tres años y de seis para los segundos.

El Estado y el país son el gran botín en disputa en una contienda donde todo vale, como la del 2006 y la que tuvo lugar hace unas semanas en el Estado de México, donde el 57 por ciento de los empadronados se abstuvo de sufragar y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo más del 60 por ciento de los votos, gracias a un operativo para –como en los viejos tiempos- efectuar un fraude electoral y planchar a sus oponentes.

No debemos olvidar que desde hace muchos años los partidos políticos mexicanos son grupos mafiosos que representan los intereses de distintas facciones de la burguesía “nacional” y extranjera. Es mentira la versión de que constituyen una clase política autónoma, como han propalado los neoliberales de derechas e “izquierdas”.

El Partido Acción Nacional (PAN) se distingue por ser un fiel defensor del capital norteamericano e ibérico. Felipe Calderón el presidente de facto, no habría podido mantenerse en Los Pinos sin el apoyo de Estados Unidos. El PAN es un acérrimo enemigo de la clase trabajadora, del campesinado, los millones de jóvenes pobres, los pueblos indios y las mujeres.

Ha impuesto al país una antipopular estrategia bélica para combatir un fenómeno social derivado de la miseria material y moral capitalista, la narcoguerra a cargo del Ejército y la Marina, violando la Constitución Política Mexicana. Conforme al Plan Mérida, versión mexicana del Plan Colombia, busca combatir un problema social sólo con la fuerza militar bajo las instrucciones del Pentágono.

Es el partido más desprestigiado y las pasadas elecciones en Edomex, Coahuila, Nayarit e Hidalgo lo demuestran. En sus filas la caballada esta flaca, pero son muchos los suspirantes a la candidatura blanquiazul.
Ernesto Cordero, egresado del ITAM, secretario de Hacienda, parece ser el delfín de Calderón; Josefina Vázquez Mota, economista de la Universidad Iberoamericana, actual la coordinadora de la bancada panista en la Cámara de Diputados y ex coordinadora de campaña de Calderón realiza un gira por todo el país auto promoviéndose; Alonso Lujambio, sociólogo también egresado del ITAM y actual titular de la Secretaria de Educación Pública parece estar eliminado por el escandaloso caso de la Estela de Luz, el monumento conmemorativo del bicentenario de la Independencia mexicana que lleva casi dos años de retraso.

No olvidemos al chihuahuense Santiago Creel, descendiente de una poderosa familia porfirista, abogado egresado de la UNAM, quien se adelantó renunciando a su cargo en el Senado para organizar el Movimiento México Hacia Adelante quien dice que defenderá las proezas del panismo en los nefastos once años que lleva en el poder.

En el PRI hasta ahora no hay tantos aspirantes a la grande. El candidato del grupo Atlacomulco y el duopolio mediático de Azcárraga y Salinas Pliego, Enrique Peña Nieto, abogado egresado de la Universidad Panamericana y gobernador saliente del Edomex, parece no tener rival. Aunque el senador Manlio Fabio Beltrones, economista por la UNAM, busca hacerle sombra.

A quienes hoy piensan que el tricolor no gobernó tan mal como el panismo no está de más recordarles que el tricolor ejerció el poder combinando la mano dura y las concesiones políticas durante 70 años y ha sido un promotor del neoliberalismo desde el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-88) y Carlos Salinas de Gortari, quien llegó a la presidencia mediante un fraude electoral.

Por su parte el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que ha sufrido un acelerado proceso de derechización al grado que en aras de “derrotar” al PRI, realizó alianzas con el PAN. Y en los estados donde gobierna (Guerrero, Michoacán y Chiapas) ha sido encarnizado enemigo de los movimientos indígenas, laborales y campesinos autónomos.

En el Distrito Federal, el jefe de gobierno Marcelo Ebrard se ha convertido en un promotor de las privatizaciones de bienes públicos (como los deportivos populares) y de obras públicas para beneficio del gran capital. En los meses recientes ha encabezado la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago) y compartido la estrategia calderoniana de combate a la delincuencia.

La diferencia con la política panista se ha borrado tanto que se le ha mencionado como un posible candidato común en una alianza PAN-PRD, que recientemente fue descartada públicamente por Calderón.

Ebrard se ha alejado del populismo social socialdemócrata para acercarse más al neoliberalismo y es bien visto por sectores del capital nacional e internacional.
Otro actor que desde el PRD y en alianza con el Partido del Trabajo buscará la presidencia es el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien en los hechos lleva más de cuatro años de campaña desde que fue despojado del triunfo en los comicios federales del 2006.

Politólogo por la UNAM, López Obrador hace unos meses constituyó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que en los hechos es su plataforma de lucha por la presidencia. De todos los suspirantes es el único que discrepa de la ortodoxia neoliberal y su discurso está orientado por la teoría de Keynes, partidaria del pleno empleo y el Estado del Bienestar.

De haber un juego electoral limpio en el país es probable que este movimiento lograra arribar al poder, pero dado que el proceso electoral está organizado y controlado por un Instituto Federal Electoral (IFE) espurio, controlado por la alianza del PRI-PAN esa posibilidad está cancelada.

Por último, una probable reforma política como la que propone el movimiento por la Paz y la Justicia encabezado por Javier Sicilia, en concordancia con la Calderón ha promovido, podría alterar un poco el panorama, pero no modificarlo a favor de los explotados. La reelección de diputados, senadores y presidentes municipales; las candidaturas ciudadanas, el plebiscito y el referéndum, no sirven de nada en una sociedad como la mexicana, donde quienes deciden en última instancia son los señores del dinero.

No hay que hacerse ilusiones. En México no habrá democracia en 2012, si acaso hay elecciones. ¿Lo permitirá la delincuencia organizada de dentro y de fuera del Estado? Está por verse.

Pero lo que sí podemos decidir los de abajo, los explotados por el sistema socioeconómico, es organizarnos y movilizarnos en la lucha por nuestros intereses inmediatos y estratégicos, fuera del control de los partidos políticos y del Estado.