viernes, octubre 23, 2015


¿DÓNDE ESTÁN LOS 43?



Tomás Oropeza Berumen


tortugas.jpgPara darles rostro,  anhelos, sueños, sufrimientos e ilusiones, a los 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero,   víctimas de desaparición forzada y a los tres asesinados la noche del 26  y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, un grupo de 43 periodistas, 15 fotógrafos y 3 editores escribieron y publicaron Ayotzinapa, la travesía de las tortugas, la vida de los normalistas antes del 26 de septiembre de 2014. Libro publicado por ediciones PROCESO.


Con la solidaridad que surge de la indignación estos reporteros recorrieron cientos de kilómetros y decenas de poblaciones para entrevistar a familiares, amigos, vecinos, novias, vecinos, etc., de los muchachos cuyo paradero y destino desconocemos hasta hoy en que seguimos teniendo la esperanza de que estén vivos, como lo intuyen sus madres y padres. Pues si la versión oficial de la PGR, la llamada verdad histórica se cayó ante el examen del Grupo Especial Interdisciplinario de  investigadores Independientes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, que demostró que nunca se incineró a los jóvenes en el basurero de Cocula, entonces ¿en dónde están?


Los periodistas y fotógrafos recorrieron una larga lista de poblaciones de la peligrosa geografía de un estado donde el narco y sus empleados, los militares y policías,  vigilan y controlan todo lo que se mueve. Expusieron su vida caminando por el territorio  custodiado por el Ejército, donde se produce  el 70 por ciento de la heroína que se vende en las calles de Estados Unidos, como demuestra el periodista  Temoris Grecko, en el documental Mirar morir.


Reportaje dónde los padres de los 43 denuncian al ejército que no sólo vio lo que ocurría en las calles de Iguala, sino que en todo momento estuvo monitoreando a los normalistas con las cámaras de vigilancia, y como ocurrió en el Hospital Cristina, les tomó fotografías,  los amenazó, insultó y les negó ayuda a pesar de que uno de ellos, Aldo Gutiérrez  se estaba desangrando por una herida que le destrozó la mandíbula.


En ese documental  el secretario de la  Defensa Nacional, el poderoso,  General Salvador Cienfuegos, reiteró  una y otra vez su negativa  a permitir que los investigadores independientes de la CIDH interroguen a los soldados que estuvieron esa noche en los sitios de las balaceras, asesinatos, y secuestros.


Los 43 antes del 26 de septiembre eran muchachos hijos de campesinos pobres, que para poder estudiar tenían que encontrar una escuela gratuita, donde les dieran de comer, aunque fuera tortillas, arroz, frijoles.  Donde pudieran alojarse y ahorrarse los gastos del transporte. Y aprender historia, pedagogía, ciencias naturales, economía, a luchar por los derechos del pueblo, a cultivar la tierra, marxismo, a organizar al campesinado pobre y aprender de éste. Como lo hizo  en su tiempo Lucio Cabañas.


La Travesía de las tortugas le da rostro a los 43 e identidad a cada uno  de estos muchachos que vieron en la Normal de Ayotzinapa un medio para superarse, ayudar a los niños y niñas de sus comunidades, apoyar económicamente a sus familias y realizar sus sueños.


Pero el narco Estado que los desapareció o mantiene retenidos no cesa en su intento por ocultar la verdad y por ello mercenarios del periodismo como Jorge Fernández Menéndez reproducen en La noche de iguala, la versión del ex procurador  Murillo Karam. Otro recurso de la guerra mediática para confundir sembrando la calumnia de que los normalistas estaban involucrados en algún grupo de narcotraficantes locales.


Esto es parte de la guerra que la clase en el poder y su narco Estado libran contra el pueblo. Una batalla que también se da en los medios de comunicación, la tv, el radio, la prensa y el cine y que presenta invariablemente a las víctimas del como delincuentes. Así ha sido a lo largo de la historia mexicana. En 1999 a  los estudiantes de la UNAM que defendieron la gratuidad mediante la Huelga del 99-2000; a los electricistas de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro; ahora los malosos son los maestros de la CNTE que exigen la abrogación de la reforma educativa.


Un triunfo: el relanzamiento de la investigación


Los 43 de Ayotzinapa no se olvidan. El gobierno en vano ha tratado de darle carpetazo y Peña Nieto ha pedido que ya se supere esta injusticia. Pero el pueblo sigue exigiendo justicia y tanto la presión nacional como la internacional se mantiene y a ella se suman organismos internacionales defensores de los Derechos Humanos como la CIDH de la OEA y de la ONU. Y muy a su pesar el gobierno ha tenido que ceder en varios temas.
El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA (6 de sep.) en el que se demuestra la falsedad de la “verdad histórica” urdida por la PGR para darle carpetazo al  asunto Ayotzinapa  fue devastador y al cumplirse un año de los sucesos fortaleció la protesta, indignación y solidaridad con los normalistas,   profundizando  la crisis de legitimidad del gobierno de Peña Nieto, al grado de que la Subsecretaría para la Investigación del Crimen Organizado (Seido) fue hecha a un lado  para reiniciar la investigación del caso Ayotzinapa, con un nuevo equipo de investigadores bajo el mando del subprocurador de Derechos Humanos de la PGR Eber Omar Betanzos.


Esto fue acordado el lunes 19 de octubre en Washington, por el gobierno federal y miembros del GIEI. Cabe subrayar que en este relanzamiento de la investigación se tomarán en cuenta sus  200 recomendaciones y se tomará  en cuenta que a casi todos los inculpados de haber realizado la supuesta incineración se les arrancaron confesiones mediante tortura.


A pesar de que esto marca un avance en el sentido de las 8 demandas de  los padres de los desaparecidos durante su encuentro con Peña Nieto (24 de sep.), la petición de que el GIEI entreviste a los soldados del 27 Batallón con sede en Iguala fue rechazada contundentemente por el el titular de la Sedena. Por lo cual no se podrá ir al fondo de la verdad, ni castigar a los responsables de esta infamia.


Las demandas de los padres:

1. Reconocer la legitimidad del movimiento de padres de familia  y mantener abierto el caso. (muy a pesar del gobierno se le reconoce)
2. Que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) permanezca un año más vinculado a las investigaciones y que el Gobierno Federal cumpla con sus recomendaciones. (se concedió medio año, pero se podría prorrogar)
3. La creación de una unidad especial de investigación que tenga dos instancias: una que se encargue de buscar a los normalistas desaparecidos, mientras que la otra indagaría las presuntas irregularidades que se cometieron durante la investigación del caso. En este caso que tanto la  SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada) concretamente y en la Agencia de Investigación Criminal no estén dentro de la unidad. (La SEIDO fue apartada de la investigación)
4. Aplicar el uso inmediato de tecnología para la búsqueda de los estudiantes desaparecidos. (Sigue pendiente, por ejemplo no se investiga las huellas de los celulares)
5.  Atención digna e inmediata a los heridos y familiares tanto de los estudiantes desaparecidos como de las personas que fallecieron la noche del 26 de septiembre de 2014.
6. Respeto a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y cese a la estigmatización de los normalistas.
7. Comunicación permanente y respetuosa de las víctimas al momento de darse a conocer actualizaciones en el caso. (se le sigue calumniando en la prensa mercenaria, como Milenio, Televisa, Tv Azteca, Jorge Fernández Meléndez, La Razón, Milenio, etc)
8. Acciones de fondo, no sólo en este caso, contra la impunidad, la corrupción y las violaciones de derechos humanos.
EL NARCO ESTADO YA NO TIENE REMEDIO


Soy escéptico respecto a las posibilidades de que pueda haber justicia y castigo para los responsables de la retención forzada de los 43 y de los más de 26 mil desaparecidos que el propio gobierno admite. Sufrimos de un sistema socio económico donde cada parte depende del todo. No es posible limpiar una parte del Estado, todo está podrido y la justicia para los de abajo sólo será posible si se destruye el actual orden de cosas y se construye otro donde el pueblo se autogobierne  y los medios de producción y distribución sean propiedad social.


Exijamos la presentación de los 43 y de todos los desaparecidos
Libertad para los presos políticos
Abrogación de la reforma educativa
Que el ejército regrese a los cuarteles
Pero también organicémonos para luchar y al mismo tiempo construir un gran frente de organizaciones, colectivos y movimientos sociales contra los enemigos del pueblo.

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