jueves, abril 15, 2010


EL MURO ENTRE LA SALUD Y LOS MEDICAMENTOS



Dr. Fernando Talavera

14/abril/2010





Vivimos en un mundo globalizado con más de 6,000 millones de habitantes, donde:



1. cada 5 segundos muere por hambre un niño menor de 10 años,
2. más de 60 millones de mujeres dan a luz sin asistencia médica,
3. el 40% de las personas carecen del acceso a servicios sanitarios básicos,
4. 2,400 millones de personas carecen del acceso a servicios sanitarios básicos,
5. una tercera parte del planeta, según la OMS, no tienen acceso a los medicamentos esenciales,
6. y más de 10 millones de niños mueren anualmente por enfermedades para las que ya existen tratamientos.



Del otro lado del muro se encuentra la poderosa industria farmacéutica concentrada en un puñado de empresas de países altamente desarrollados y que monopolizan más del 85% del valor de la producción mundial de fármacos en buena parte protegidos por un sistema de patentes totalmente injusto, arbitrario y fuera de control y que genera utilidades superiores a los 446,000 millones de dólares anuales.



Su poder es de tal magnitud que imponen sus precios, discriminan sus ventas, aplastan las producciones locales, sobornan políticos, médicos y autoridades de salud pública (recordemos el sainete de la influenza en el DF) en un negocio donde prevalece cada vez menos la ética y la salud y sí la codicia y el mercantilismo más rampante. Y como bien calificó en 2008 a esta industria farmacéutica el premio Nóbel en medicina Richard J. Roberts: producen medicamentos no para curar para siempre sino sólo para moldear las dolencias crónicas, produciendo así clientes seguros y duraderos, ni lo suficientemente muertos ni lo suficientemente sanos.



Un aspecto de la lucrativa orientación del negocio farmacéutico trasnacional es su insolente orientación: dedican el 90% de su presupuesto de investigación para atender los problemas de salud en solamente el 10% de la población mundial con los mayores ingresos económicos, gente esencialmente sana que consume fármacos para el mejoramiento estético, bajar de peso, dominar el stress o superar la impotencia.



Otro elemento más que exhibe el verdadero móvil del multimillonario negocio farmacéutico, se encuentra en el enorme gasto realizado en la comercialización y en la publicidad: en el área de comercialización invierten más de tres veces de lo que gastan en investigación y desarrollo, y en la publicidad para los países capitalistas desarrollados, es alrededor del 30% del valor total de sus ventas, donde se incluyen viajes, muestras gratuitas, visitas de médicos, etc.



Muchas de las patentes sobre los medicamentos elaborados por esta industria transnacional están sustentados en compuestos bioquímicos y conocimientos tradicionales recogidos o robados en las regiones tropicales o subtropicales, negando así toda la teoría económica liberal fundada en el libre comercio, al sustentarse cínicamente en el proteccionismo y los derechos monopólicos. Este estado de privilegios, limita la competencia entre las empresas, restringe la fabricación y distribución de los fármacos genéricos que son mucho más baratos y por tanto los hacen más accesibles a la población de bajos recursos.



Más aún, la exagerada vigencia de las patentes impuesta por estas empresas transnacionales, tiene un alto impacto en el tercer mundo al obstruir el combate legal a las innumerables falsificaciones y adulteraciones de la industria de los fármacos genéricos que ya alcanzan ventas del orden de 40,000 millones de dólares de falsas medicinas, que en estos territorios de pobreza ya cubren el 10% de los medicamentos disponibles, causando así muertes innumerables en la población tercermundista.



¡ESTE ES OTRO MURO QUE HAY QUE DERRIBAR¡



Información resumida del análisis de Pedro Rivera Ramos El gran negocio transnacional de los medicamentos publicado en APIA Virtual ubicado en la RED.

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