martes, noviembre 25, 2008


MÉXICO Y AMÉRICA LATINA EN LA CRISIS GLOBAL
Dr. Fernando Talavera---SC46-24 –noviembre-2008
En la irresponsable Reunión del G-20 en Washington, poco se atendieron los peligros mundiales que conlleva la crisis originada en Estados Unidos. Los países poderosos se limitaron a establecer acuerdos de reformas para prevenir la siguiente crisis (inevitable sí, pero lejana). Ante esa desarticulación postG-20, conviene revisar el estado en 2009 para América Latina y México[1]: habrá una desaceleración del crecimiento promedio en América Latina con una media de 2.1% (pronóstico del Banco Mundial) con sus secuelas previsibles: a) aumento del desempleo y la pobreza, b) menor gasto gubernamental y recorte de los servicios públicos, c) caída de las reservas de los Bancos Centrales y d) aumento de la deuda pública.
Aunque todavía están por definirse la duración y profundidad de la recesión en el mundo incluyendo a las potencias: Estados Unidos, Unión Europea, China, Rusia, India, Japón; ya es consenso que ésta es la peor crisis económica desde la Gran Depresión de 1929. Para la ya ex potencia número uno, Estados Unidos, la crisis implica grandes retos económicos que requieren cambios profundos. Su nuevo equipo en la Casa Blanca realice cambios profundos tanto en la bushiana política guerrerista en Medio Oriente, como en la política económica, también, desde mejorar su insuficiente sistema de salud hasta un cambio radical en el uso de la energía que atienda el problema del calentamiento global.
El pasado advierte que cuando a Estados Unidos le da un resfriado a nosotros (países subdesarrollados) nos da pulmonía; pero ahora es peor porque el catarro lo padecen todas las potencias y el problema es que este reciente mundo multipolar todavía no aprende a ponerse de acuerdo. Para América Latina se pronostica una disminución significativa del crecimiento económico en casi todos los países, con desastrosos efectos sociales todavía desconocidos. Hasta ahora de las instituciones responsables, solamente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) disponen de un raquítico Fondo de 10 mil millones de dólares para ayudar a las corporaciones establecidas en la región; mientras que el FMI y el BM todavía no reaccionan ante el desastre financiero.
El problema de América Latina es que su futuro es incierto ya que carecen de recursos para proteger a sus grupos vulnerables (desempleados y pobres), estimular sus economías, defender sus monedas, poner orden es los bancos y corporaciones establecidos en sus territorios. Las potencias mundiales (¿seis?)ya están sufriendo restricciones de crédito, escasez de capital para invertir, contracción de los mercados, desempleo creciente y como todavía les falta limpiar mucha inmundicia en sus sistemas financieros, la ayuda que puedan proporcionar a nuestra región quedará pendiente hasta… que superen sus problemas; sí, pero primero será su mercado interno y sus corporaciones globalizadas y hasta después el resto del mundo ocupará su atención. Lo que les reste de la ¨ayuda¨ disponible se usará para presionar a las economías “amigas” a que se cooperen con lo que tengan, llámense mercados, emigrantes, petróleo, materias primas, alimentos, playas y climas cálidos. A China e India habrá que probarlas en su nuevo nivel de “potencias”.
[1] México, valga la imagen, tiene un pié sujetado por el TLCAN y el otro, aunque de puntitas, en América Latina… y como para caminar se requieren dos piernas ¿qué esperamos?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario