sábado, septiembre 22, 2007


SOCIEDAD Y ECONOMIA FUERA DE CONTROL

Tomás Oropeza Berumen, México, 22 de septiembre.- Al haber conseguido la aprobación de las reformas fiscal y la parte inicial de la electoral, el ejecutivo Felipe Calderón ahora mantiene al país bajo una granizada de aumentos en los precios de alimentos y servicios de consumo indispensable.

Al mismo tiempo que hace gala de su obsesiones castrenses sin reconocer su fracaso en la “guerra” contra los carteles de la droga y contra una guerrilla que lo tiene acosado (y exhibe las contradicciones en el seno de la clase política y los aparatos represivos) aparentemente ha comenzado a preparar la apertura de un nuevo frente, ahora para ajustar cuentas con el ex presidente Vicente Fox.

En lo económico, Calderón esta perdiendo las riendas ante la inflación en los precios de los alimentos, pues en los menos de diez meses de su gestión se han elevado los precios de los productos y servicios de consumo indispensable para los trabajadores, llegando a cerca del 35%, más de 7 veces el incremento al salario mínimo que en enero fue de 4.1%. Esto ocurre a una semana de que entre en vigor el aumento de 2 centavos mensuales a los precios de las gasolinas y el diesel, que sin duda tendrá un efecto inflacionario en los 43 productos de la canasta básica.

Desde diciembre de 2006 y hasta el 15 de septiembre pasado, el precio promedio de la canasta básica se elevó en 34.17 %, mientras el costo promedio de los alimentos considerados en ese universo repuntó 36.01 %, estableció una medición de la Procuraduría Federal del Consumidor y de la Secretaría de Economía. Pero no solo aumentará el precio de las gasolinas y del diesel, sino también el de la electricidad, así lo ha advertido el secretario general del SME, Martín Esparza Flores, quien aseguró que el alza en el combustible se reflejará a partir de octubre en el costo de operación de Luz y Fuerza del Centro.

A quienes nos va a ir peor es a los capitalinos, pues además de que nos aplicarán el gasolinazo y no se nos dará ni un centavo de lo recabado por este concepto, a pesar de que el DF es la ciudad que consume más gasolina en el país, ahora se esta fraguando un incremento al precio del agua, cercano al 19%.

Al respecto el jefe de Gobierno de la capital, Marcelo Ebrard, expresó: “El impuesto a las gasolinas pega en la tarifa del transporte público, el aumento a la energía eléctrica eleva el costo del Metro, que es el principal consumidor, y ahora el agua; ya subieron los bolillos, pues ya está completo el cuadro y claro que tengo que decir que no estamos de acuerdo con esa política, porque además es todo lo contrario a lo que prometieron”.

Esto en un contexto de creciente desocupación que nos reporta semana a semana el INEGI, y se volvió a confirmar el mes pasado cuando la tasa de desocupación a nivel nacional fue de 3.92 por ciento respecto a la población económicamente activa (PEA), porcentaje inferior al reportado en agosto de 2006, cuando se situó en 4.03 por ciento, pero en términos absolutos el número de desocupados se incrementó, debido a que la base comparativa es mayor.

En agostó se sumaron al ejercito de desocupados alrededor de 128 mil 500 personas para sumar un millón 762 mil personas de una PEA de aproximadamente 44.9 millones de personas. Por lo que la tasa promedio de desocupación a nivel nacional en los ocho meses que van de 2007 es de 3.74 por ciento de la PEA promedio de todo ese periodo. En el mismo lapso de 2006 el promedio mensual de la tasa de desocupación fue de 3.52 por ciento. Así el incremento en el comparativo anual de ambos lapsos fue de 0.22 %, pero implica que la desocupación se extendió hasta abarcar 5.88 % más integrantes de la población económicamente activa que hace un año.

El informe del INEGI, señala que la población ocupada alcanzó el 96.08 por ciento de la PEA en agosto de 2007.

Esto en un contexto en el que la deuda interna se ha disparado abruptamente a un ritmo de 925 millones de pesos diarios, con un monto en circulación de instrumentos representativos de la deuda interna gubernamental que se elevó en 236 mil 80 millones de pesos en el transcurso de 2007.

La única noticia más o menos buena en este panorama es la creación de un seguro del desempleo por parte de Ebrard, quien por otro lado no hace más que aplicar las recomendaciones de la Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico (OCDE), pero a pesar de ellos su medida ha causado espanto en los falangistas del PAN.

En lo político, el presidente legal tampoco da una, pues como dicen los chavos: sigue debrayando gacho.

Y tan solo en una semana ha hecho el numerito de llevar a sus pequeños hijos disfrazados de soldaditos para que desde el balcón del Palacio Nacional presenciaran el desfile de las fuerzas armadas, como hijos de un emperador.

Unas horas después de que diera un apresurado grito rodeado de policías y soldados que mantenían a raya a los perredistas y “hombres libres” que se quedaron para agradecerle el gasolinaza y la carestía de la vida, desobedeciendo las directrices de un AMLO que prefirió irse hasta un escondido municipio oaxaqueño a gritar por su lado y dejar a la senadora Rosario Ibarra encargada del “grito de los libres” por parte del FAP.

Una muestra de lo dividido y enfrentada que está la sociedad mexicana y del aislamiento de Calderón fueron los cuando menos cuatro “gritos”: el del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, el de la senadora perredista y líder del grupo Eureka Rosario Ibarra, el de Calderón y el de AMLO.

Tres de la oposición perredista y de organizaciones de la izquierda independiente como el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca, que denunciaron el relanzamiento de la guerra sucia y exigieron la presentación de los desaparecidos y libertad de los presos políticos.

Ahora resulta que la sociedad, es decir el pueblo debe también luchar contra la pobreza, como si no fuera eso lo que hacen más de 90 millones de mexicanos que cada día se levantan sin saber a ciencia cierta como hacerle para conseguir la tortilla.

Fue en el marco de la inauguración del Instituto Carso propiedad del megaricachón más poderoso del mundo, Carlos Slim, dueño de Telmex, que a Calderón se le ocurrió conminar a resolver lo que ha causado el sistema económica en su etapa neoliberal: solucionar la pobreza de más de 70 millones de mexicanos. Ahí sostuvo que la acción del gobierno es insuficiente y una fuente de mejoramiento está precisamente en el “corazón humano y libre” que actúa en la sociedad civil.

Días mas tarde, al pasar a otra faceta, esta desconocida, el viernes durante una reunión con 300 hombres de negocios, Calderón Hinojosa lanzó una airada crítica a quienes han construido fortunas “sobre la sangre y el dolor de la mitad de los mexicanos” que hoy viven en la miseria, les dijo a cientos de empresarios, que de héroes pasaron al papel de villanos, al reprocharles su falta de compromiso social.

Durante el mismo encuentro el ombudsman José Luis Soberanes señaló que como resultado de una investigación de la CNDH se demostró que un general y un coronel son responsables, junto con varios soldados, de violaciones sexuales de mujeres, homicidios calificados, tortura, allanamientos, incomunicación y abuso de autoridad cometidos por militares en Coahuila, Michoacán y Sinaloa. Todo esto en el marco de la campaña de lucha contra el narcotráfico.

Y ni siquiera en Monterrey, lo dejan descansar los que lo impugnan. Allá, durante la inauguración de Foro de las Culturas, en la Arena Monterrey, un joven gritó en tres ocasiones al terminar el discurso del director general de la UNESCO, ¡Es un honor estar con Obrador! antes de que uno de los guaruras del Estado Mayor Presidencial lo sacara del escenario.

Por su parte el EPR no ha dejado de ser noticia y esta semana extendió sus operativos, esta ocasión sólo para dejar claro de que tiene presencia hasta en el Norte del país, en Chihuahua, con varias pintas sobre instalaciones petroleras para demandar la presentación de sus dos cuadros desaparecidos.

Sobre las contradicciones que su accionar esta provocando al interior de la clase política y los aparatos represivos del gobierno calderonista habla la propuesta del senador panista Ulises Ramírez Núñez, miembro de la Comisión de Seguridad Pública del senado de la república para crear una comisión de negociación con la guerrilla para que sean atendidas sus “ justas demandas”, misma que luego fuera descalificada por el senador, también panista Santiago Creel, para el que solo se pude negociar con quienes luchan pacíficamente por la transformación del país. Por su lado el procurador de (in) justicia Eduardo Medina Mora, siguió con la misma línea de llamar a los luchadores sociales “delincuentes y terroristas”.

En tanto que el genocida que gobierna Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, quien reiteradamente ha negado tener en su poder a los militantes eperristas Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, parece estar aventando la papa caliente hacia otra instancia gubernamental.

El EPR planteó once condiciones para suspender sus ataques contra instalaciones estratégicas, entre las que se encuentran la presentación con vida de todas las víctimas de desaparición forzada; la descriminalización de la lucha social; el fin de la impunidad, y la suspensión de la política neoliberal. También está la petición de liberar inmediatamente a todos los “presos políticos y de conciencia” del país, la suspensión de hostigamientos contra defensores de derechos humanos y la desmilitarización, así como el desmantelamiento de los grupos paramilitares con los cuales se desarrolla la “guerra sucia”.

Contra esa posibilidad negociadora y pacifista se lanzó rabiosamente el subprocurador jurídico y de asuntos internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), José Luis Santiago Vasconcelos. En la República Dominicana hizo una cantinflesca ponencia en un taller sobre el terrorismo y su financiamiento valbucenado que “Los grupos terroristas carecen del “derecho” de “usurpar” la “prerrogativa no ejercida por el pueblo” para imponer por medio del terror la violencia como una forma determinada de gobierno.

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