lunes, marzo 20, 2006


Crímenes de Estado

Los terribles crímenes cometidos por Estado de la burguesía mexicana contra los movimientos y luchadores populares en México, desde 1964 hasta la década de los ochenta quedan expuestos ante los ojos del mundo gracias a la pagina web del National Security archive http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB180/index2.htmdo para que cualquier interesado puede conocer las atrocidades que se cometieron contra el pueblo mexicano durante más de 15 años del siglo pasado.
Al leerla, se confirma lo que ya se sabía, lo que se ha contado en muchos libros, uno de ellos. Guerra en el Paraíso del escritor Carlos Montemayor.

Se revela el secreto a voces, de que los presidentes Díaz Ordaz, Luis Echeverría y López Portillo jefes supremos del ejército en su momento, se encargaron de aniquilar sádicamente, a miles de campesinos, obreros y estudiantes que luchaban por una vida distinta y que al ver la cerrazón del Estado ante sus justas demandas no encontraron mas salida que la lucha armada, misma que los gobiernos en turno reprimieron violando las propias leyes mexicanas, los derechos humanos y el derecho internacional.

Pero parece que esto ya no importa para muchos, que se han olvidado de estos muertos, de nuestros muertos. Y menos importa aclarar y castigar estos crímenes por parte del llamado “gobierno del cambio” que a unos meses de concluir hundido en la corrupción y el descrédito sigue encubriendo a los criminales de Estado que sembraron el terror en el país y que hasta hoy siguen impunes.

El Estado no solo ha cometido asesinatos dolosos, sino también por negligencia, por omisión. Tal es el caso de los 65 mineros muertos en Pasta de Conchos, en una tragedia que no fue un accidente, sino una matanza largamente anunciada, pues aunque se sabía que trabajaban en condiciones infrahumanas, y habían dado la alarma del grave peligro existente en la mina, ni el gobierno ni el poderoso Grupo Minero México hicieron nada para proteger a los trabajadores.

La razón es que al Estado le conviene más encubrir a los grandes empresarios miembros de su cofradía, con el fin de garantizar su estadía en el centro del poder, que garantizar la seguridad de obreros.
O qué decir de las más de 300 mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, donde al Estado no parecen importarle el feminicidio de humildes trabajadoras de la maquila. Porque para el gobierno de los empresarios no representan nada, como mujeres, ni como seres humanos.

¿Y qué pasa cuando la gente muere por los desastres naturales? Y aunque el Estado no los crea, sé es co responsable de la pobreza, la desigualdad y el hambre del pueblo.
Y las personas pobres que vienen en casas de madera y de cartón son las que mueren, las que están indefensas ante la naturaleza.

Como en el caso de Cancún, para el Estado es mejor inversión reparar los hoteles, los centros comerciales, subsidiar a los empresarios; reparar carreteras, aeropuertos, zonas industriales para que los grandes empresarios y gente de dinero no pierdan sus ganancias.

Está claro que el Estado mexicano, aparte de estar al servicio de la burguesía en el poder, cumple la misión de colocar en bandeja de plata al pueblo mexicano para que los grandes capitalistas lo exploten, lo humillen, lo aniquilen.

Por eso es necesario tener claro que esta situación debe cambiar desde la raíz.

¡ Ya basta! No olvidemos a nuestros muertos, no olvidemos quién los asesino a sangre fría.

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