domingo, octubre 12, 2008


motosMientras Putin acaricia a la tigresa

El occidente capitalista entra en periodo especial

Óscar Enrique Ornelas


Todas, absolutamente todas las intervenciones estatales que tuvieron lugar en los últimos días para paliar la crisis capitalista, fracasaron de un modo u otro. Aunque no se reconozca, y un Premio Nobel como Joseph Stiglitz sí lo acepta, distan de resolver el problema. El rescate financiero de George W. Bush, secundado por los demócratas, es lisa y llanamente un fraude que va a aumentar de manera aparatosa el déficit fiscal y recaerá severamente sobre la calidad de vida de la población al provocar la reducción del consumo y un mayor recorte de los gastos sociales, ya bastante exiguos y privatizados. La nacionalización británica tampoco funciona.

Lo que sucede en Estados Unidos es digno de un cuento de Edgar Allan Poe o de la Crónica Hellstrom (1971), el famoso filme de ciencia ficción donde las hormigas se apoderan del mundo luego de que los individualistas fracasan.

El rescate financiero en Estados Unidos requiere de una cantidad de fondos entre cinco y diez veces mayor que los 700 mil millones de dólares aprobados por el Congreso estadounidense. Según expertos de la propia banca internacional, la cifra necesaria oscila entre los tres billones y medio y los siete billones de dólares. Si se le suman los seis billones ya comprometidos para las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, que tronaron primero y han sido siempre muy keynesianas, se llega a unos diez o 13 billones de dólares. Casi todos los prestamistas hipotecarios estadounidenses, desde los grandes como Citigroup hasta los bancos pequeños, dependen de Fannie Mae y Freddie Mac, unas instituciones especializadas en socializar las pérdidas.

Para el Wall Street Journal, lo peor está por venir. Ahora falta conseguir la lana para pagar los planes de rescate del gobierno estadounidense. Con los socorros que ya están en marcha, el déficit fiscal de 2009 pasaría de 400 mil a 900 mil millones de dólares; pero si se le agrega la deuda que vence y tiene que ser refinanciada, ese déficit treparía a 1.5 billones de dólares.

El carácter fraudulento del rescate estadounidense es puesto de relieve por Paul Craig Roberts, quien fuera secretario adjunto del Tesoro durante el gobierno de Ronald Reagan y se le atribuye la paternidad de la reaganomanía. Para Roberts, la medida verdaderamente eficiente sería salvar a los deudores hipotecarios, no a las instituciones financieras que los llevaron a esa situación. De otra manera la especulación volverá a la carga y seguirá quebrando bancos e hipotecarias para que el gobierno las saque del hoyo.

Que Paul Craig Roberts sea colaborador casi cotidiano de Counterpunch (http://www.counterpunch.org/

) --el mejor diario digital de análisis político, social, económico y cultural de Estados Unidos--, resulta bastante indicativo de la gravedad de lo que se vive hoy en día. La publicación dirigida por Alexander Cockburn y Jeffrey St. Clair se alinea por la izquierda y practica el famoso periodismo de investigación estadounidense (muckraker) de escarbar en la mugre para que la verdad salga a la luz. Además, el debate es intenso en sus páginas.

Hace tres lustros –según recuerda Noam Chomsky--, los economistas Winfried Ruigrok y Rob van Tulder revelaron que al menos 20 compañías de las 100 primeras de la lista Fortune jamás habrían sobrevivido si no hubiesen sido rescatadas por sus respectivos gobiernos. ¿Socialismo de los ricos? El hecho es que no pueden vivir sin el vilipendiado Estado interventor.

Sin embargo, nada parece ser suficiente. Lo que sigue es peor.

El analista argentino Jorge Altamira (http://www.argenpress.info/) encuentra un símil entre el rescate estadounidense y la política económica de la dictadura militar argentina de los años setenta encabezada por el secuestrador de bebés, Jorge Rafael Videla, encarcelado desde este 10 de octubre --precisamente por ese delito-- en una cárcel bonarense.

De acuerdo con Altamira, “el banco central de Estados Unidos ha perdido el 70 por ciento de sus reservas y, sin embargo, sigue abriendo su ventanilla para adquirir nuevos títulos podridos de los bancos e incluso la posibilidad de endeudarse con ellos para reciclar el dinero al mercado de préstamos.”

Eso es exactamente lo que hizo José Alfredo Martínez de Hoz, alias Joe, quien fuera ministro de Economía de Videla, subraya Altamira. El hombrecillo creó “el famoso déficit cuasi fiscal que liquidó financieramente a la dictadura argentina”.

Ante semejante panorama, queda lo que Altamira denomina “el camino de Islandia”, país que acaba de nacionalizar todo el sistema bancario con apoyo financiero de Rusia. El asunto tiene mucha miga, puesto que Islandia es un paraíso fiscal.

Nacionalizar bancos es la cosa más barata del mundo, considera Altamira. Los capitales de estas instituciones financieras apenas representan una sexta parte de los activos y de las deudas en su poder. El problema es lo que viene después, “porque esos activos (que suman sesenta veces más que el capital) valen hoy un 70 por ciento menos del valor que tienen registrado. Comprarlos a un precio nominal o preferencial representaría una pérdida que ningún país del mundo podría absorber, ya que el mercado financiero opera por centenares de billones de dólares. De manera que, para que la nacionalización sea efectiva, el Estado debería podar coactivamente la deuda de los bancos en la misma proporción de la caída de los activos que éstos tienen en su poder; o sea, reconocerles a los acreedores el 30 por ciento del valor que prestaron, lo cual los llevaría a la quiebra.”

Si es necesario, el Estado procederá a confiscar capitales, aunque algunos lo dudan. La resistencia capitalista sería mayúscula.

El rescate por medio de las acciones preferidas (que no dan derecho a voto) busca evitar la confiscación parcial del capital de los banqueros, puesto que las acciones ordinarias (que sí lo otorgan) han caído por los suelos, subraya el analista argentino.

En este punto resuenan viejas consignas. Casi escucha uno los acordes de La Internacional y vislumbra entre brumas al viejo Lev Davidovich saliendo de su estudio de la casa del número 10 de la calle Viena, en Coyoacán, Distrito Federal --hoy convertida en museo--, a regar las plantas y darle de comer a los conejitos. Nacionalización sin pago de los bancos, abajo el secreto comercial, estatización del sistema de créditos, gestión de las empresas por parte de los trabajadores, expropiación de ciertos grupos de capitalistas, unidad internacional de los trabajadores ante una crisis que es mundial como nunca antes. ¿Pero cuáles trabajadores? La estratificación laboral varió enormemente.

Con la crisis económica viene la crisis política. De por sí, el índice de alienación –para utilizar el término que se maneja en Estados Unidos—es muy alto. La gente no cree en la elite ni en los políticos. De ahí el populismo rampante que incluso los republicanos manejan. En Wall Street lo comprendieron hace buen rato. Como lo ha demostrado Pam Martens en sus análisis de este año sobre las contribuciones electorales en Estados Unidos, importantes personeros del mundo financiero estuvieron sufragando al candidato presidencial Barack Obama. Sabían que un cambio es necesario, cualquier cosa que ello signifique. La crisis se venía encima aunque en diciembre pasado todavía se proclamaba que, pese a las dificultades del mercado hipotecario, vivíamos en el mejor escenario posible.

El capitalismo entra en un periodo especial en tiempos de paz, para usar el concepto militarista cubano La situación resulta bastante irónica. Algunos luxemburguistas –recuerden a la maestra Rosa: el capitalismo se salva siempre y cuando otras tierras del mundo reclamen el concurso de sus modestos esfuerzos-- esperan con sorna, pero no sin cierta razón, que los chinos se encarguen de poner a flote a Estados Unidos. Hasta el momento lo han venido haciendo con sus inversiones. La pregunta es si los dejarán comprar las empresas estadounidenses.

Es preciso tomar en cuenta un nuevo hecho geopolítico. La cada vez más importante presencia del Grupo de Shangai integrado --entre miembros y observadores-- por Rusia, China, Kazajistán, Tayikistán, Uzbekistán, Kirguizistán, Irán, India, Pakistán y Mongolia.

Es la Crónica Hellstrom. Las hormigas sustituyendo a los individualistas.

P.D. Mientras tanto, el ex presidente ruso, Vladimir Putin, hoy primer ministro, acaba de recibir de regalo por su cumpleaños número 56 una hermosa tigresa siberiana (Panthera tigris altaica) de dos meses y medio. Se trata de una especie en extinción y, según la nota periodística, la gata escapó de una trampa de cazadores. Bonita metáfora de la crisis y de la geopolítica. Además de rescatar a la banca islandesa, tal vez Putin quiera salvar a los felinos siberianos del rifle de la independentista alaskense Sarita Palin, por si ésta trata de cruzar el estrecho de Behring para confeccionarse un abrigo nuevo. (Va el vínculo del video: http://uk.news.yahoo.com/rtrs/20081010/video/vwl-putin-gets-a-roaring-gift-d7f4ae7.html).

Pero acá, en el semidesierto chihuahuense, donde los escuadrones de la muerte quieren convertir el territorio en Nueva Kosovo para luego cobrar los dividendos, tenemos una imagen mejor de la crisis capitalista. Y no la inventó algún subversivo. Es fruto del humorismo involuntario del funcionariado.

Luego de la evitable inundación, en septiembre pasado, de La Perla del Desierto, Ciudad Ojinaga (latitud 29° 34’, longitud 104° 24’), las autoridades estatales y federales se lavaron las manos asegurando que los responsables son las tuzas, los topos. Según Desarrollo Urbano del estado y la federal Conagua, las tuzas horadaron los diques que protegen a esa población fronteriza de los posibles desbordamientos del Río Bravo.

Estoy enviando la nota a Michael Hardt directo a su dirección electrónica de la Universidad Duke en Carolina del Norte para que, a su vez, se la mande a Toni Negri en Roma, Italia. Mi comentario: ¿No escriben ustedes, Toni y Michael, en su best-seller mundial, Imperio (Paidós, Barcelona, 2001), que el Viejo Topo está muerto? Se equivocan, ¡anda perdido en Ciudad Ojinaga trabajando en una maquiladora mientras encuentra la manera de cruzar hacia Presidio, Texas! ¡Se va de mojado! Les recuerdo que muy cerca de ahí, en Cuchillo Parado, estalló la Revolución Mexicana un 14 de noviembre de 1910. El Viejo Topo sólo anda buscando nortes. O, tal vez, los señores funcionarios estatales y federales saben algo que los simples mortales ignoramos. Que las tuzas, las ardillas, los conejos, los borregos cimarrones e incluso los hermanos correcaminos andan urdiendo una alianza anticapitalista.

Chihuahua, Chih, 10 de octubre de 2008

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Los viernes a las 5 pm (hora chilanga) o 6 pm (hora de Chihuahua) un programa de analisis político y social del acontecer nacional.



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