ALTO AL DESPOJO A LOS JUBILADOS
Tomás
Oropeza Berumen
Bajo
el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, en 2017, se
estableció que a los trabajadores jubilados bajo el régimen del
Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado (ISSTE)
al servicio de la de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y de
varias universidades, como la UNAM, se les dejara de pagar sus
pensiones en veces salarios mínimos para que en lo sucesivo se les
retribuya en unidades de medida actualizada (UMA).
Nunca
se consultó a los pensionados para aplicar esta medida que
actualmente los despoja de la tercera parte de lo que tendrían
que pagarles en salarios mínimos. Y tampoco se conoce en qué está
fundamentada esta decisión que a un año del gobierno de
Andrés Manuel López Obrador sigue provocando el empobrecimiento de
decenas de miles de familias de quienes laboraron hasta más tres
décadas y cotizaron para su retiro.
Un
ejemplo: a un trabajador con una pensión de 10 salarios mínimos
(salario mínimo = 123.22 pesos) le corresponderían 1230 pesos
diarios, es decir 36, 900 pesos mensuales. Pero al pagarle en umas
(uma = 86.68) solo se le paga 866 pesos al día y al mes
25,980.
Así se le despoja de 10, 920 pesos cada mes. Y anualmente de 131,040 pesos.
Varias agrupaciones de jubilados le exigieron a Peña Nieto que se regresara al pago en veces salarios mínimos y las ignoró. Hoy, a más de un año del nuevo gobierno que combate la corrupción y hasta creó el Instituto para devolver al pueblo lo robado, los jubilados siguen siendo despojados de lo que les corresponde.
El asunto es tan arbitrario y absurdo que incluso el Décimo Octavo Tribunal Colegiado del Primer Circuito, con sede en el Estado de México dictó una Jurisprudencia que determina que la actualización del pago o el límite máximo de una pensión debe aplicarse en salarios mínimos por ser la pensión una prestación de seguridad social derivada de una relación de trabajo.
De
ahí que el gobierno de la 4 T debe enmendar esta injusticia en lugar
de continuarla y para repararla cabalmente, deberá devolver a
los jubilados los montos que el Estado les ha robado.
Los
economistas al servicio de los banqueros, como los del Centro de
Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) dicen que la economía del
país está en riesgo de colapsar por culpa de las pensiones y
afirman que los jóvenes tienen que pagarles a los viejos sus
fastuosas pensiones, intentando sembrar discordia entre generaciones.
Incluso afirman que la disminución del gasto en salud y educación,
así como la falta de inversiones en infraestructura se debe al alto
costo de las pensiones. Sugiriendo aumentar aportaciones y edad para jubilarse; cobrar impuestos por medicinas y alimentos, etc, etc.
Pero
olvidan que los trabajadores pensionados y millones más que ni
siquiera tienen esta prestación son la generación que produjo la
riqueza acumulada por la burguesía nacional y extranjera que los
explotó durante casi toda la vida y que lo que ahora les dan de
pensión no es más que una parte de lo que ahorraron y aportaron al
Estado.
En
cambio los grandes capitalistas mexicanos y extranjeros han amasado
sus gigantescas fortunas mediante la exploración y el trabajo no
pagado a la clase trabajadora. Además de evadir impuestos.
Si
el gobierno necesita más recursos debe hacer una reforma fiscal
progresiva para que los ricos paguen más.
Como
dicen los compañeros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de
la Educación: ¡¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se
defienden!!
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