Tomás Oropeza Berumen
México, 10 de enero del 2009.- Este año estará atravesado por la crisis económica mundial y “nacional”, el proceso electoral del mes de julio y la continuación de la violencia desplegada por el gobierno de facto del panista Felipe Calderón en su interminable y fallida “guerra” contra la delincuencia organizada.
Todo ello teniendo como trasfondo el interminable proceso de despojo, explotación y opresión del capital y su Estado contra la clase trabajadora, pueblos indios y campesinos. Escenario en el que el declinante imperialismo norteamericano será una creciente amenaza para la débil soberanía de un México en manos de políticos que son simples administradores del traspatio estadounidense.
También es seguro que las luchas sociales se incrementarán como una reacción defensiva contra la carestía de los alimentos, los bajos salarios, el desempleo y la represión policiaco-militar. Pero carentes de un programa y de articulación que le permita evitar las derrotas y consolidar los triunfos, avanzando en la construcción de un poder alterno al de la burguesía y su Estado.
En los comicios intermedios para elegir 500 diputado federales, seis gubernaturas y representaciones locales, los tres principales partidos políticos, tratarán de posicionarse rumbo a la elección presidencial del 2012 buscando obtener la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados.1
A juzgar por lo ocurrido en los comicios federales del 2006, todo hace prever que será una elección fraudulenta y con un alto abstencionismo, donde el PRI podría avanzar dado el tremendo desprestigio del panismo en el poder y la división del PRD así como su avanzada derechización.
En el plano económico es seguro que continuará el deterioro de los niveles de vida de la población y el desempleo aumentará pese a que la semana pasada el gobierno de Felipe Calderón implementó el Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y el Empleo (ANFEFE) mismo que consta de 25 medidas entre las que destacan: el congelamiento en los precios de las gasolinas (después de que el mismo fue incrementado en 35 ocasiones y hoy están por arriba de las cotizaciones internacionales); reducción del 10% del precio del gas LP y reducción de las tarifas eléctricas para los industriales.
Dicho acuerdo fue suscrito por las cámaras patronales, líderes sindicales charros, gobernadores, representantes de partidos políticos y dirigentes agrarios. Para la defensa del empleo se destinaron 2 mil millones de pesos en apoyo a las empresas que se encuentran en paro técnico.
También se presentará una iniciativa de reforma para que los desempleados puedan retirar en un plazo de tres años y no de seis, los fondos de ahorro para el retiro en una cantidad 60% superior a la actual.
Los cinco ejes del ANFEFE son: Impulsar el empleo; apoyo a la economía familiar; apoyo a la competitividad de las pequeñas y medianas empresas; mayor gasto en infraestructura y ejercicio oportuno del gasto público.
Se crearán 250 mil plazas (cada año se requieren un millón 300 mil plazas por la incorporación al mercado laboral de ese número de personas a la pea).
Para los desempleados se extenderá de 3 a 6 meses la cobertura del IMSS. Y se destinarán 750 millones de pesos para que los trabajadores adquieran electrodomésticos. Así como un incremento del 28% al financiamiento de la vivienda popular.
En vista de que la banca privada, hoy mayoritariamente en manos de extranjeros, se niega a otorgar créditos, la banca del gobierno neoliberal paradójica mente incrementará el financiamiento directo en 21% hasta 176 millones de pesos. Al sector rural devastado por casi tres décadas de neoliberalismo, se le aumentará el crédito 10% hasta llegar a 84 millones de pesos y la banca de desarrollo aumentará sus apoyos 26%.
En infraestructura se realizarán inversiones públicas y privadas por 570 millones de pesos. A Pemex se destinarán 17 mil millones de pesos más para incrementar sus inversiones. Y para tratar de impedir que los funcionarios roben el erario nacional, se creará la Nueva Ley de Contabilidad para la Transparencia.
Pero a pesar del despliegue con el que se anunció el ANFEFE, es difícil considerar que vaya a detener el desplome de la economía mexicana, la cual seguramente en 2009 caerá varios puntos por abajo de cero. No es difícil imaginar que eso ocurrirá si se considera que en el país siempre empeora lo que esta mal.
El ANFEFE no contempla el incremento salarial para trabajadores cuyos ingresos han perdido más del 75%. Tampoco subsidiará los precios de los alimentos básicos, mismos que han tendido incrementos hasta del 300%; el precio del diesel seguirá subiendo (hoy cuesta 76 centavos más que en EU) pese a las protestas de miles de pescadores en varias entidades; igualmente las tarifas eléctricas seguirán elevándose. Deja intactos los altos sueldos de los funcionarios y el gasto corriente. Y no toca el sistema financiero, co responsable del desastre económico en curso.
A unas horas de haber aplaudido el ANFEFE los empresarios de la Coparmex y el CCE, expresaron inconformidad en voz de sus representantes, quienes demandan que se elimine el impuesto empresarial tasa única (IETU). Los dirigentes del sindicalismo neocharro que no fueron tomados en cuenta, como Agustín Rodríguez, del STUNAM y la UNT, criticaron la medida. También el PRI consideró insuficientes las medidas calderonianas. Sin embargo el senador Carlos Navarrete del PRD dio su apoyo al acuerdo.
Por su parte el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador convocó a una asamblea para organizar la defensa de la economía popular el próximo 25 de enero evento en el que presentará su proyecto de respuesta a la crisis económica. Pero es poco lo que se puede esperar de este movimiento, cuya dirección demostró en la pasada lucha por la defensa del petróleo, que no esta dispuesta a llevar a cabo una movilización de masas que ponga en jaque al gobierno de derechas panista, porque le tiene verdadero horror a la organización independiente del pueblo.
Dentro de seis meses tendrán lugar las elecciones federales para renovar la Cámara de Diputados mediante la elección de 500 diputados federales ( 300 por el principio de mayoría relativa y 200 por representación proporcional).
También habrá comicios en seis estados para elegir gobernador: Colima, Campeche, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Querétaro.
En Colima habrá elecciones en 10 Ayuntamientos y se elegirá a 25 diputados al Congreso local. En Campeche se renovarán 11 Ayuntamientos y 35 escaños del Congreso local. En Nuevo León, 51 Presidencias Municipales estarán en disputa y se elegirán a 42 diputados del Congreso local.
En Querétaro se renovarán los 18 Ayuntamientos y 25 diputados locales. En San Luis Potosí se realizarán elecciones en 58 Ayuntamientos y cambio de 27 diputados al Congreso local.
En Sonora 72 Ayuntamientos y se elegirá a 33 diputados al Congreso local.
En el DF se elegirán 40 diputados de mayoría relativa a la Asamblea Legislativa y 16 jefaturas delegacionales.
En el Estado de México se renovarán 125 Ayuntamientos y 75 diputados al Congreso Local.
En Morelos se renovarán 33 Ayuntamientos y se elegirán 42 diputados.
En Jalisco se elegirán 125 Ayuntamientos y renovación de 40 diputados.
Y en Guanajuato estará en disputa electoral 46 Ayuntamientos y renovarán 36 diputados locales.
En octubre se realizará elecciones locales en Coahuila y Tabasco; En Coahuila renovarán 38
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